"Nunca se miente tanto como antes de unas elecciones, durante una guerra y después de una cacería" (Otto von Bismark)
Leía por Facebook esta pertinente frase a un buen amigo. La idoneidad de la reflexión no podía ser mayor. Efectivamente, en las elecciones al Parlament de Cataluña de ayer se mintió, y créanme, no mucho más que en cualquier otro comicio. Los partidos mintieron con sus propuestas, no variando en su esencia, mintieron durante las elecciones (filtrándose informaciones poco corteses) y, por último, están mintiendo en sus referencias al valor de las “presas cobradas”. Resistiéndome a pensar en un vaso ni medio lleno ni medio vacio, la Cataluña representada hoy en el Parlament (que no exactamente la realmente existente) es un jarrón con más agua y una misma grieta.
- CiU ha ganado con holgura las elecciones. Su victoria es incuestionable. En Barcelona capital ha machacado al PSC (partido en el gobierno, tanto autonómico como local), en Badalona ha superado a los socialistas igualmente y en Hospitalet, sin llegar a los resultados del PSOE (que no tanto del PSC, cuanto menos en finalidad del voto), se ha acercado a los resultados de CiU, cosa totalmente inaudita e impensable en circunstancias normales. Que nadie llegue a equívocos, el Cinturón metropolitano no es hoy más nacionalista, ni tampoco más soberanista, simplemente, o se ha abstenido (cifras preocupantes en las grandes urbes) o, simplemente, ha condenado la labor de socialistas, tanto en Cataluña como en el resto de España. Mas deberá tener en cuenta “lo transversal” de su resultado, y no creer en una Cataluña mayoritariamente nacionalista tanto como en una Cataluña manifiestamente contraria a experimentos democráticos como los del Tripartito.
- El PSC ha recibido un “huevazo”. Más allá de lo condenable del acto, jamás un titular podrá resumir tan sucintamente lo acaecido en la calle Nicaragua. Un PSC de “varones burgueses” ha visto expirar su época. El “catalanismo pro nacionalista” de algunos sectores del partido va a verse superado por la realidad. El discurso del próximo candidato, al igual que ha pasado con el PP (más “en las formas” que “en el fondo”), deberá asemejarse más a posiciones defendidas por C´s. El electorado metropolitano ha pasado de más encandilamientos, el PSC deberá trabajar en la “Reconquista electoral”. Urge sangre nueva.
- El PP ha sido el gran triunfador en términos relativos. Cierto es que su éxito se debe más a un despilfarro electoral totalmente desproporcionado con su anterior representación parlamentaria (y aún con ésta), a una pésima gestión del Gobierno Montilla y a un desgaste, cada día más notorio, del Gobierno de ZP. Ha sido, en no poca medida, el triunfo de “una marca blanca” de C´s, partido al que ha copiado buena parte de su novedoso discurso (a excepción de lo económico y social). Al igual que en el caso de PxC, el PP ha sacado rédito electoral de la inmigración.
- ICV se ha confirmado como el partido con un electorado más fiel. Cualquier retroceso de voto es coyuntural. Es, sin lugar a dudas, uno de los partidos que mayormente ha defendido “su esencia”, no aviniéndose a experimentos novedosos. Se mire por donde se mire, su moderada caída es una manifestación de que no sólo por haber erosionado al Tripartito ha ganado CiU. Es el partido-bandera del que podía haber sido un tercer Tripartito.
- ERC ha sido la gran perdedora. Cierto es que CiU ha fagotizado buena parte de su electorado, pero no lo es menos que han hecho “mayor sangría” los pequeños partidos populistas de Laporta y Carretero. Pese a discursos inapropiados e insultos por parte de sus dirigentes (véase Puigcercós frente a Andalucía), ERC ha sacado un resultado mucho peor que el que merecía. Siempre ha sido el “independentismo responsable” (aunque la expresión en sí misma sea una contradicción), ahora se enfrenta a una etapa difícil.
- Laporta ha llegado al Parlament dando ejemplo de cómo los “métodos Berlusconi” son extrapolables a España (populismo, corrupción, sexo y baños de champán, que no siempre de cava). Su discurso radical, sin mayor programa electoral que proponer una imposible independencia, ha calado entre las mentes más radicales. El sistema electoral basado en el Sistema d´Hondt ha dado más escaños a su partido que a C´s, aun contando con muchos menos votos. En un sistema equitativo, posiblemente Laporta no habría salido o hubiera tenido mucha menor representación parlamentaria.
- C´s es el partido sobre el que, no sólo por simpatía, pueden hacerse mayores reflexiones. De sugerirse una frase-resumen, ésta pudiera ser “C´s ha cobrado el seguro”. El partido, no sólo anti nacionalista, ha conseguido los resultados que cualquiera de sus dirigentes hubiera firmado hace muy poco tiempo. Pese a los continuos ataques de los medios de comunicación, y con una campaña, la única, realmente austera, C´s se ha consolidado en el Parlament, consiguiendo un número de votos que supera con creces los obtenidos en la anterior ocasión (muy especialmente en “el resto de Cataluña” y no sólo en el área metropolitana). C´s ha obtenido unos estupendos resultados en lugares como el Valle de Arán o La Seo de Urgell. Ciutadans ha conseguido convertirse en la primera fuerza parlamentaria, menor, que resiste a una segunda elección parlamentaria. Destaca, y no poco, la entrada en el hemiciclo de un hombre de la talla política, y también intelectual, de Jordi Cañas. Pesa, y mucho, la injusta ausencia de Villegas, real ideólogo del “éxito ciudadano”. Además de sacar menos votos que Carmen de Mairena, UPyD, con casi total seguridad, ha conseguido quitar un escaño a C´s, Robles dormirá más tranquilo en lo que a ello respecta.
* El vídeo promocional más conocido de Laporta...