El post de hoy, de ninguna de las maneras, iba a tratar sobre este asunto; nadie podía llegarse a imaginar esta tragedia. Como tantos otros jóvenes de mi generación (centenares, millares), me aficioné al baloncesto con expresiones tipo: "ratatatatá", "jugón", "pincho de merluza". Sus "motes", por lo general cariñosos y faltos de malicia alguna, nos hicieron guardar en la retina nombres de jugadores que, quizás sin esa ayuda, no hubieran perdurado tanto en nosotros. ¿Quién no recordará a Felipe Reyes como "Espartaco", a Nowitzki como "Robin Hood", a "Oh la la Parker", o a "E.T. Gasol". "Hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana" es una frase, que jocosamente, a veces, he llegado a decir a mi pareja. Se la oí al "profe" (sea por maestro o profesional) Montes, cuando narraba los partidos de Utah Jazz, con su legendario dúo: Karl Malone y John Stockton (siendo ambos ya veteranos).
Montes era un periodista diferente, para algunos un "lingüista del deporte", por la facilidad con que sacaba expresiones de su genial chistera; para otros, tenía pinitos de humorista de élite, siendo único, al más puro estilo Chiquito de la Calzada, en el arte de conseguir que niños y jóvenes utilicen su "diccionario particular" para la narración de sus propios "acontecimientos deportivos": sean partidos de recreo escolar o visiones de partidos con papá sentados juntos en el sofá.
Posteriormente se pasó al fútbol. Algunos lo criticaron, lo quisieron devolver al "mundo de la canasta", pero muchos, entre los que me incluyo yo, llegamos a ver partidos "fofos", apáticos, por el mero hecho de ser retransmitidos por su memorable persona. Jamás el fútbol tuvo tanto arte desde los tiempos en que aún se le conocía por Balompié (y los jugadores lucían efigies de torero). Coincidiendo con un Barça (mi equipo) estelar, bautizó a muchos de sus jugadores con motes legendarios (tal y como ya lo hiciera con las estrellas del baloncesto estadounidense): "Sweet Iniesta", "Tiburón Puyol"..., o diciendo frases como "Tócala otra vez Sam...", cada vez que Xavi Hernández le deleitaba con uno de sus milimétricos pases.
No es la primera vez que lo hago, o lo haré, pero la profesión de periodista deportivo cada vez se acerca más a una dimensión política, por lo demás deleznable. Lo único que se le podía oponer a Andrés es el haber reconocido su "militancia colchonera", siendo uno de los pocos locutores merengues, o, menos frecuentes, culés, de la televisión española. Sus comentarios creaban adicción, generaban pasión, y sobre todo (el fútbol, como cualquier otro deporte, no es, o debería ser, otra cosa) ENTRETENIMIENTO.
Su muerte nos ha pillado a todos "con el carrito del helado". Andrés Montes será recordado por los de mi "quinta" y colindantes....
¡gracias por enseñarnos que "la vida puede ser maravillosa"!
Imagen sacada de:
Genial artículo sobre él en Marca, con Daimiel: http://www.marca.com/2009/10/19/baloncesto/nba/1255974037.html
8 comentarios:
Okey, Javier: me ha gustado tu memorial por este cronista deportivo. Al menos, ha dejado una huella. Saludos desde Guada. Antonio.
Hola Javi,
Muy emotivo y significativo el escrito. Como el propio Montes dijo hace tiempo era un hombre que, para lo bueno y lo malo, nunca dejó indiferente a nadie. Un ejemplo de sello propio y de profesional apasionado. Lo suyo era el básket porque en el fútbol se perdía, aunque lo supliese con su colección interminable de apodos y frases. Una gran pérdida para el periodismo deportivo, demasiado dado a tópicos y frases hechas d hace años, falto de esa chispa que Montes siempre tuvo.
Un saludo compañero,
Toni
Totalmente de acuerdo en la necrológica; a mi me ocurría un tanto de lo mismo. La imaginación es siempre lo preponderante y Montes la tenía a raudales, frente a la sosería e inanidad de otros comentaristas deportivos. La muerte es siempre una sorpresa y seguro que a Andrés Montes le pilló así, jugando su partido consigo mismo. Una verdadera pena, aunque siempre queda el consuelo de la memoria.
Un abrazo, Fujur.
M.
bonito tu In Memoriam
Un binito recuerdo para una perdida como esta.
No te creeras que me he acordado de ti cuando me entere de su muerte, por lo de “crack”.
La verdad es que hacia gracia su forma de comentar los partidos, ha sido el mas original, aunque a mi me gusta mas la tradicional, pero como siempre, cuando falta algo lo hechas de menos, y cuando se muere alguien es el mejor, en este caso , lo dicho , si no el mejor, si el mas original, el que mas personalidad ha tenido a la hora de retransmitir.
te has dejado "Chocolate blanco Williams!!!" jejejejeje Un saludo compañero!
Pues como no soy muy aficionada al deporte, no tenía ni idea de que este hombre se había muerto, el pobrecillo. Y sí, conocer sí que le conocía, desde que presentaba en Canal + los partidos de la NBA y ya después supe que se había pasado al fútbol. Y mira, a mi los deportes-espectáculo no me llaman nada, pero reconozco que a veces me tengo quedado mirando y escuchando a Andrés por la gracia con que comentaba estos eventos deportivos, sobre todo los de basket, que me agrada bastante más que el fútbol. Precioso homenaje el que le has rendido, Javier, precioso y emotivo. Descanse en paz.
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