jueves, 15 de noviembre de 2007

La paradoja del león: Mesopotamia y el Cambio Climático

Muchos han sido quienes han visto en el vergel mesopotámico los restos del bíblico Edén. Y es que no hace tanto tiempo que Mesopotamia fue un ecosistema rico en flora y fauna, sabanas y bosques poblados de elefantes, avestruces, guepardos, leopardos o leones. África pasaba el Sinaí para llegar, prácticamente, a la altiplanicie irania. Obviamente, la fauna que habitara la fértil región sita entre el Tigris y el Éufrates no eran más que especies, no siempre idénticas, a las que puedan verse por el Seregenti, destacando entre todas ellas, muy especialmente, el león asiático (Panthera leo persica). Nos encontramos ante una de los dos especies de leones que han sobrevivido hasta nuestros tiempos.
Más pequeño que su pariente africano, el león asiático sólo habita la reserva del bosque de Gir (India), habiendo sido exterminado de la práctica totalidad de su anterior ámbito de distribución. La importancia del felino no sería tal de no ser consciente de su, algo más que importante, representación en el arte de esta parte de Oriente Medio. Un paseo por uno de los grandes museos de Europa (Británico, Louvre, Pergamom, Estambul...) nos repara el hallazgo de impresionantes restos de palacios asirios. Genios alados, o querubines según la Biblia, que defienden las puertas del Paraíso, en este caso del Palacio, de seres malignos y demás peligros para el soberano. El león, a la vez que guardián, aparece en otras ocasiones como símbolo de poder asociado al monarca. Su caza se reserva al Rey, sólo él puede medirse en combate con su homólogo de la selva, el poder del Rey se manifiestan en la subyugación del felino. En otras ocasiones, el león simbolizara el poder real frente al enemigo, clavando sus dientes, en tanto que puñales, en la yugular del rebelde insumiso.
Los palacios asirios, al igual que los persas, difícilmente pudieron basarse en la sabana africana. Reminiscencias del león asiático, tal y como se ha visto, quedan en la actualidad, sirviéndonos, a la que de fuente de inspiración, e interpretación de la simbología del arte, como metáfora de cuán cambiantes son las circunstancias ambientales, espejo de cómo el propio Paraíso terrenal puede pasar a ser pasto del desierto. El tiempo cambia, los paisajes con él. Más allá de lo que digan los políticos, y sus primos, el cambio climático existe, como siempre lo ha sido. El hombre modula, incide en su fecha de perfección sin saber evitarlo. Con la impotencia de quien no sabe ni comprender ni dominar fuerzas que le han sido privadas definitivamente. Mesopotamia, al igual que el Magreb y buena parte de desiertos como el Sáhara, han sido parajes que se han desecado hasta caer en su actual aspecto. Valga de ejemplo, la provincia romana de Mauritania (actual Magreb) era el granero de Roma, Níger un oasis, hace millones de años, donde habitaban gigantescos cocodrilos y dinosaurios. La Naturaleza es indómita, como siempre lo ha sido. El hombre no alcanza a saber coger la azada, ni a prepararse para lo que viene. El cambio se mueve con los ecosistemas y las especies, la Selección Natural actúa. Sólo hace falta ver si el león está igual de inadaptado que el soberano humano, o simplemente nuestro cerebro nos brinda, en lo ecológico, un afortunado y operativo intelecto...

4 comentarios:

Red Pèrill dijo...

Oh, Fujur, sempre ha sigut el meu ídol!

Anónimo dijo...

Esa duda tengo yo continuamente, el cambio climático es consecuencia de la naturaleza o del hombre? y en esas estoy, me ha parecido muy interesante tú entrada, (bueno la verdad es que todas), por el planteamiento que haces, y además he aprendido cosas que no sabía, como que Mesopotamía era un rico ecosistema.

Besitos

Anónimo dijo...

Creo que el neoprofeta del Apocalipsis, Al Gore, ha sido visto en algún lugar de Mesopotamia. Fuera del Edén, claro.

Guillermo JB2000 dijo...

...Sin duda alguna el cambio climatico ya se esta haciendo presenete en muchos lugares del planeta a traves de diversas manifestaciones (sequias, lluvias intensas, huracanes, etc.) El punto crucial es que hace cada uno de nosotros para disminuir las causas que han provocado y acelerado tales cambios naturales.
Saludos desde México
http://guillermo-jb2000.blogia.com