Platón defendía la existencia de un “mundo de las ideas” donde la esencia de todo lo terreno se podía hallar en su forma más pura y elemental. Una especie de “cielo de las ideas” donde el significado de la ciencia de la filosofía no sería otro que el de “ascender al ser” llegar a pasar desde el mundo de los sensible al de las ideas, conocer, en última instancia, la verdad absoluta, el concepto de Bien. Poca duda cabe de que esta teoría sería asimilada por la dogmática cristiana, identificando a tal dimensión metafísica con Dios y sus Mandamientos. Más allá de la religión, la filosofía o demás cábalas y megateorías del pensamiento irracional-místico, una mirada comparativa a la historia natural de nuestro planeta, fijándonos en las formas y singularidades de algunos de los seres que lo han poblado a través de varios y miles de millones de años, nos guarda buenas reflexiones, acaso manifestaciones, en torno a la noción de “idea” frente a la función de “variabilidad” ligada intrínsecamente a la teoría evolutiva.
Me explico. Visitando la web de Dinodetective (sitio web altamente recomendable), pude descubrir al saurópodo Nigersaurus. Tal “cuellilargo” africano tuvo la especificidad de disponer de una mandíbula semejante a un cortauñas, con todas las ventajas físico-mecánicas que ello comporta. Más allá del espacio temporal que no separa del animal, la Evolución fue capaz de crear una boca con tales características para después dejarnos descubrir, a los humanos, las virtudes de un aparato capaz de producir una fuerza en un punto concreto, de forma tan efectiva como precisa, y descubrirse, así, el cortauñas. Parece muy seductora la idea de pensar que la estructura del cortauñas bien pudiera hallarse en el mundo de las ideas, habiendo sido aplicada en la anatomía del dinosaurio para después ser utilizada como invento por los humanos. En torno a ello, la historia natural nos repara múltiples ejemplos.
En el período Pérmico (280-251 m.a.), Dimetrodon habitaba los bosques en busca de presas y carroña (anatomía semejante a la de Edaphosaurus, especie similar aunque herbívora en este caso). Su fisonomía nos vendrá a la cabeza, rápidamente, al compararla con esos curiosos dinosaurios de plástico con los que tanto nos hemos divertido los de mi generación (siendo el Dimetrodon uno de los más abundantes dentro de este tipo de juguetes). Valga decir que nos hallamos ante un pelicosaurio, o lo que es lo mismo, un tipo de reptil mamifoire, lejanamente emparentado con aquellos reptiles de los que se derivarían los mamíferos y, por definición, posteriormente el hombre.
Como si se tratara de un maestro de la Prehistoria, a principios del periodo Cretácico (hace 140 m.a.), por el actual desierto del Sáhara (antiguo ecosistema con vegetación relativamente abundante, nueva manifestación del cambio climático a lo largo de la historia), habitaba el Spinosaurus, dinosaurio carnívoro de longitud superior a la del célebre T. Rex (véanse los casos similares de Suchomimus y Becklespinax). Al observar la figura del animal veremos cómo el mismo dispone de una cresta o espina dorsal que le asemeja, a la vez que en su dieta carnívora, al pelicosaurio Dimetrodon. Mayor será la sorpresa al examinar cómo Ouranosaurus (eventual presa de Spinosaurus) disponía de una espina similar (presumiblemente con la finalidad de servir como regulador térmico, aunque haya quien diga que el motivo de la estructura biológica fue más bien devoto de un ritual de cortejo).
Nos topamos con la idea de evolución convergente, motivo que ampara el porqué halcones, moscas y murciélagos son capaces de volar sin estar, entre ellos, emparentados. Podemos definir a esta idea como el producto de una evolución independiente de uno o más caracteres similares, partiéndose de ancestros distintos, hasta llegar a una forma idéntica o similar; en este último caso serían las alas, en los anteriores el cortauñas y la espina dorsal. La Evolución, una vez más, parece denunciar que no fue descubierta por Darwin, que Platón con sus ideas bien pudo estarse refiriendo, aunque de forma muy remota, a este fenómeno, tan espectacular como curioso.
La teoría científica actual no nos da solución clara al respecto, al menos aparentemente. El biólogo británico Rupert Sheldrake creó en referencia a ello la teoría de la causación formativa diciendo de ella que:
"La teoría de la causación formativa se centra en cómo las cosas toman sus formas o patrones de organización. Así que cubre la formación de galaxias, átomos, cristales, moléculas, plantas, animales, células, sociedades. Cubre todas las cosas que tienen formas, patrones o estructuras o propiedades auto-organizativas. Todas estas cosas se organizan por sí mismas. Un átomo no tiene que ser creado por algún agente externo, se organiza solo. Una molécula y un cristal no es organizado por los seres humanos pieza por pieza sino que cristaliza espontáneamente. Los animales crecen espontáneamente. Todas estas cosas son diferentes de las máquinas, que son artificialmente ensambladas por seres humanos. Esta teoría trata sistemas naturales auto-organizados y el origen de las formas. Y asume que la causa de las formas es la influencia de campos organizativos, campos formativos, que llamo campos mórficos. El rasgo principal es que la forma de las sociedades, ideas, cristales y moléculas dependen de la manera en que tipos similares han sido organizados en el pasado. Hay una especie de memoria integrada en los campos mórficos de cada cosa auto-organizada. Concibo las regularidades de la naturaleza como hábitos más que cosas gobernadas por leyes matemáticas eternas que existen de alguna forma fuera de la naturaleza".
Rupert Sheldrake
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Rupert_Sheldrake)
En conclusión, de lo visto queda meridianamente claro que no es tan fácil prescindir de las pautas inherentes a la eternidad dentro de un mundo sujeto a la evolución. De dónde proceden estas pautas es difícil averiguarlo. Seguramente vengan de nuestra incapacidad, natural, de comprender todos los fenómenos que nos rodean, otros dirán que será una manifestación de Dios o de cómo Platón tuvo razón muchos siglos antes que Darwin. Da igual, el caso es que, una vez más, el orden (algunos dicen "diseño inteligente") y la teoría del Caos chocan de nuevo, configurándose como la gran discusión de nuestro tiempo en cuanto a paradigma del que derivar, no sólo nuestra curiosidad científica, sino también la verosimilitud de nuestras creencias religiosas.
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Rupert_Sheldrake)
En conclusión, de lo visto queda meridianamente claro que no es tan fácil prescindir de las pautas inherentes a la eternidad dentro de un mundo sujeto a la evolución. De dónde proceden estas pautas es difícil averiguarlo. Seguramente vengan de nuestra incapacidad, natural, de comprender todos los fenómenos que nos rodean, otros dirán que será una manifestación de Dios o de cómo Platón tuvo razón muchos siglos antes que Darwin. Da igual, el caso es que, una vez más, el orden (algunos dicen "diseño inteligente") y la teoría del Caos chocan de nuevo, configurándose como la gran discusión de nuestro tiempo en cuanto a paradigma del que derivar, no sólo nuestra curiosidad científica, sino también la verosimilitud de nuestras creencias religiosas.
Ilustraciones de Dimetrodon y Spinosaurus cortesía de Mineo Shiraishi.
5 comentarios:
Interesantísimo, como siempre. He estado dando hace nada la teoría de Platón en el libro VII de la República "el mito de la caverna" y desde luego, no se me había pasado por la cabeza que fuera un precedente a la teoría de la evolución Darwinista, pero suena bien tal y como lo expones y parece coherente. Además me gusta cómo concluyes, un abrazo, genio.
Me gusta mucho tu discurso, no sólo de este artículo, sino del resto que voy leyendo. Enhorabuena, un buen blog.
Buena, original y perfectamente argumentada la relación entre los postulados de Platón y la Teoría de la Evolución. Me ha parecido muy interesante. Lo cierto es que al final todo evoluciona, hay pocas cosas que permanezcan en su estado originario. Y no hablo de una especie a lo largo de millones de años, hablo de las personas. Nadie es el mismo de un año para otro, diría yo. En los dos sentidos, el físico y el mental (las ideas), vamos cambiando, a veces crecemos, a veces menguamos. Ley de vida. Un saludo!
Apreciado Fujur; aunque su entrada me sobrepasa y me hallo algo perdido, espero completarla de alguna manera con el siguiente comentario:
Bien conoce que existen dos estadios básicos de explicación de la naturaleza: el mito por una parte y el logos por otra.
A propósito de su afirmación referida a la asimilación sin más de lo griego por lo judeo-cristiano, no sé si también es consciente de que las modernas investigaciones señalan que existe un asombroso paralelo temporal e ideológico entre la crítica filosófica de los mitos de Grecia y la crítica profética veterotestamentaria de los dioses de Israel.
Ambas tendencias (filosófica y de desmitilogización del politeísmo israelita) coinciden en la búsqueda del logos; es decir, la esencia como fundamento de la unidad (arché o prinicipio último)de las cosas frente a la multiplicidad de sus estados y apariencias.
Ambos (los filósofos presocráticos y los profetas del antiguo testamento) rompen, permítame, el molde epistemológico. Pues entienden que todo lo real procede de un único principio (el agua en Tales de Mileto; Yahvé (yo-soy) para los profetas judíos). Fíjese que este Absoluto (esta idea de Dios) no tiene imagen (como era habitual en el contexto politeista), se le denomina con un nombre que evoca el concepto de ser más que el de un nombre singular y se manifiesta sin figura en el relato de la zarza ardiente a Moisés. Estamos asistiendo a todo un concepto filosófico de Dios (logos) en paralelo temporal con la crítica de los presocráticos en Grecia.
¿Sorprende entonces que el cristianismo primitivo conectara con lo platónico?.
Los mismos Padres de la Iglesia tan conscientes fueron de esta coincidencia que creyeron que Platón era conocedor de esta antigua literatura crítica de los profetas. Esto son conjeturas; claro. Lo que sí es verdad es que hay una conexión que se reveló fundamental en el momento de trasladar los textos al griego.
Bien comprenderá que estamos en un discurso muy especulativo. Hoy la mismísima física moderna está bien convencida de que no podemos expresar las realidades dadas (así por ejemplo la estructura de la luz) en una experiencia o enunciado; porque cada experiencia o enunciado nuestro sólo revela un aspecto. Nuestro horizonte visual es limitado. Si esto pasa en la física; bien comprenderá que con mayor razón pasa en lo espiritual.
Saludos cordiales. Está claro que hay que ponerse las pilas a la hora de leerle.
Muchas gracias por tomarme en cuenta, me siento muy agradecido por estar en uno de tus post. =)
Publicar un comentario