lunes, 29 de noviembre de 2010

Crónica de una socialista muerte anunciada.

"Nunca se miente tanto como antes de unas elecciones, durante una guerra y después de una cacería" (Otto von Bismark)
Leía por Facebook esta pertinente frase a un buen amigo. La idoneidad de la reflexión no podía ser mayor. Efectivamente, en las elecciones al Parlament de Cataluña de ayer se mintió, y créanme, no mucho más que en cualquier otro comicio. Los partidos mintieron con sus propuestas, no variando en su esencia, mintieron durante las elecciones (filtrándose informaciones poco corteses) y, por último, están mintiendo en sus referencias al valor de las “presas cobradas”. Resistiéndome a pensar en un vaso ni medio lleno ni medio vacio, la Cataluña representada hoy en el Parlament (que no exactamente la realmente existente) es un jarrón con más agua y una misma grieta.
- CiU ha ganado con holgura las elecciones. Su victoria es incuestionable. En Barcelona capital ha machacado al PSC (partido en el gobierno, tanto autonómico como local), en Badalona ha superado a los socialistas igualmente y en Hospitalet, sin llegar a los resultados del PSOE (que no tanto del PSC, cuanto menos en finalidad del voto), se ha acercado a los resultados de CiU, cosa totalmente inaudita e impensable en circunstancias normales. Que nadie llegue a equívocos, el Cinturón metropolitano no es hoy más nacionalista, ni tampoco más soberanista, simplemente, o se ha abstenido (cifras preocupantes en las grandes urbes) o, simplemente, ha condenado la labor de socialistas, tanto en Cataluña como en el resto de España. Mas deberá tener en cuenta “lo transversal” de su resultado, y no creer en una Cataluña mayoritariamente nacionalista tanto como en una Cataluña manifiestamente contraria a experimentos democráticos como los del Tripartito.
- El PSC ha recibido un “huevazo”. Más allá de lo condenable del acto, jamás un titular podrá resumir tan sucintamente lo acaecido en la calle Nicaragua. Un PSC de “varones burgueses” ha visto expirar su época. El “catalanismo pro nacionalista” de algunos sectores del partido va a verse superado por la realidad. El discurso del próximo candidato, al igual que ha pasado con el PP (más “en las formas” que “en el fondo”), deberá asemejarse más a posiciones defendidas por C´s. El electorado metropolitano ha pasado de más encandilamientos, el PSC deberá trabajar en la “Reconquista electoral”. Urge sangre nueva.
- El PP ha sido el gran triunfador en términos relativos. Cierto es que su éxito se debe más a un despilfarro electoral totalmente desproporcionado con su anterior representación parlamentaria (y aún con ésta), a una pésima gestión del Gobierno Montilla y a un desgaste, cada día más notorio, del Gobierno de ZP. Ha sido, en no poca medida, el triunfo de “una marca blanca” de C´s, partido al que ha copiado buena parte de su novedoso discurso (a excepción de lo económico y social). Al igual que en el caso de PxC, el PP ha sacado rédito electoral de la inmigración.
- ICV se ha confirmado como el partido con un electorado más fiel. Cualquier retroceso de voto es coyuntural. Es, sin lugar a dudas, uno de los partidos que mayormente ha defendido “su esencia”, no aviniéndose a experimentos novedosos. Se mire por donde se mire, su moderada caída es una manifestación de que no sólo por haber erosionado al Tripartito ha ganado CiU. Es el partido-bandera del que podía haber sido un tercer Tripartito.
- ERC ha sido la gran perdedora. Cierto es que CiU ha fagotizado buena parte de su electorado, pero no lo es menos que han hecho “mayor sangría” los pequeños partidos populistas de Laporta y Carretero. Pese a discursos inapropiados e insultos por parte de sus dirigentes (véase Puigcercós frente a Andalucía), ERC ha sacado un resultado mucho peor que el que merecía. Siempre ha sido el “independentismo responsable” (aunque la expresión en sí misma sea una contradicción), ahora se enfrenta a una etapa difícil.
- Laporta ha llegado al Parlament dando ejemplo de cómo los “métodos Berlusconi” son extrapolables a España (populismo, corrupción, sexo y baños de champán, que no siempre de cava). Su discurso radical, sin mayor programa electoral que proponer una imposible independencia, ha calado entre las mentes más radicales. El sistema electoral basado en el Sistema d´Hondt ha dado más escaños a su partido que a C´s, aun contando con muchos menos votos. En un sistema equitativo, posiblemente Laporta no habría salido o hubiera tenido mucha menor representación parlamentaria.
- C´s es el partido sobre el que, no sólo por simpatía, pueden hacerse mayores reflexiones. De sugerirse una frase-resumen, ésta pudiera ser “C´s ha cobrado el seguro”. El partido, no sólo anti nacionalista, ha conseguido los resultados que cualquiera de sus dirigentes hubiera firmado hace muy poco tiempo. Pese a los continuos ataques de los medios de comunicación, y con una campaña, la única, realmente austera, C´s se ha consolidado en el Parlament, consiguiendo un número de votos que supera con creces los obtenidos en la anterior ocasión (muy especialmente en “el resto de Cataluña” y no sólo en el área metropolitana). C´s ha obtenido unos estupendos resultados en lugares como el Valle de Arán o La Seo de Urgell. Ciutadans ha conseguido convertirse en la primera fuerza parlamentaria, menor, que resiste a una segunda elección parlamentaria. Destaca, y no poco, la entrada en el hemiciclo de un hombre de la talla política, y también intelectual, de Jordi Cañas. Pesa, y mucho, la injusta ausencia de Villegas, real ideólogo del “éxito ciudadano”. Además de sacar menos votos que Carmen de Mairena, UPyD, con casi total seguridad, ha conseguido quitar un escaño a C´s, Robles dormirá más tranquilo en lo que a ello respecta.
* El vídeo promocional más conocido de Laporta...

jueves, 18 de noviembre de 2010

El último grito del orangután

Escribió Estrabón que antaño una ardilla era capaz de atravesar España, desde los Pirineos hasta Gibraltar, sin bajarse de un árbol. Bien es sabido que el escritor griego no fue excesivamente riguroso en la mayoría de sus descripciones (y, de hecho, no se ha conservado el texto donde se realice tal afirmación, ya legendaria), pero el aspecto de Iberia debió ser por aquel entonces muy diferente al de hoy en día. Es evidente, como podemos ver aún en ciertos espacios naturales dispersos por lo ancho de nuestra geografía, que el bosque mediterráneo autóctono no se caracteriza por su espesura ni por gozar de árboles de gran altura, sino más bien por todo lo contrario, por tener un sotobosque rico y un arbolado predominantemente compuesto por carrascas, encinas, robles y sabinas... por lo que algo difícil debió tenerlo la ardilla en cualquiera de las eras recientes.
El bosque mediterráneo (no confundir con los hayedos de ciertas zonas del norte peninsular, herederos de tiempos pasados, y primos hermanos de los grandes bosques del centro de Europa) ha ido retrocediendo con el paso de los siglos. De un bosque donde habitaba el uro (antepasado directo del toro), el oso o el lobo, se ha pasado a una geografía compuesta por retales, de mayor o menor extensión, que, pese a todo, siguen situando a España como pulmón verde del Occidente “civilizado”. La interacción del hombre con el medio, hizo que este medio ibérico, privilegiado, sirviera de fondo para la construcción de grandes potencias e imperios: Roma, al-Ándalus o la Corona Hispánica. Sin embargo, sea por la roturación de grandes extensiones de bosque, o por la tala indiscriminada (no sólo en episodios como el de la construcción de “la Armada Invencible”), la superficie de nuestro arbolado patrio se vio menguada en pro de nuestro propio progreso como Estado. Llegados a este punto, se preguntarán cuál es el porqué de esta reflexión.
Pese a la concienciación global con el medio ambiente, las exitosas iniciativas en pro de la conservación de buena parte de las especies animales y vegetales más características o el incremento, en casos como el español, de la superficie boscosa en los últimos años, en los países en desarrollo la destrucción de la naturaleza sigue siendo una realidad. A todos nos viene a la cabeza el caso de Brasil, potencia emergente por antonomasia, y la destrucción, cada vez mayor, de la selva amazónica, pero no es el único caso.
En Indonesia se halla la segunda isla más grande del Mundo, Borneo. Hasta hace poco era el verdadero Edén, un mundo plagado de especies enigmáticas y grandes selvas vírgenes. Reino del orangután, Borneo cuenta con algunos de los ecosistemas más increíbles de todo el Globo. Rinocerontes, gibones, násicos (una curiosa, e incluso cómica, especie de mono narigudo)... el número de especies que pueblan este amenazado “Jardín del Edén” es fascinante. Sin embargo, el auge económico de la superpoblada Indonesia está poniendo en peligro este trozo de Cielo en la Tierra.
La dictadura de Suharto y la elevada tasa de corrupción interna no han sido los únicos enemigos del bosque pluvial. Como en cuasi cualquier otro lugar del planeta, las grandes internacionales económicas han puesto sus tentáculos en pro de la obtención de un negocio “bueno, bonito y barato”. Los jardines de América, Europa, y sobre todo Japón, lucen bonitos muebles hechos con madera selvática, la misma que sirve de materia prima para los acabados de lujo en muchos automóviles. La hipocresía de nuestro consumismo llega, incluso, hasta nuestras antípodas.
Sin embargo, a la “fiebre de la madera” se le ha unido una mayor y mucho más peligrosa, la “fiebre del biodiesel”. Lo mismo que en Madagascar o en la propia Brasil, Borneo está siendo presa de las grandes plantaciones para la obtención de aceite de palma (la mejor y más eficiente fuente de producción para este tipo de combustible). De seguir a este ritmo, la selva de Borneo, y sus orangutanes, desaparecerán en menos de lo que tarde en cumplirse la próxima década. La desaparición del orangután o el gibón es especialmente dolorosa, pues son algunas de las especies que comparten con nosotros más ADN. Sin embargo, la reflexión de fondo es mucho mayor, y si cabe, aún más conflictiva.
Este artículo ha podido ser escrito porque el autor dispone de un ordenador. Y ese ordenador es producto de pertenecer a una sociedad avanzada, como es la española. Obviamente, el avance de España como Estado privilegiado, por más que ahora estemos en una Crisis económica gravísima, se ha visto históricamente favorecido por la destrucción del medio: explotación masiva de los recursos mineros, tala indiscriminada o extinción de múltiples especies (como los propios uros, o el oso y el lobo en la mayor parte de nuestra geografía).
¿Dónde está el derecho al desarrollo y dónde la obligación de conservar el medio ambiente? ¿Cómo fomentar la igualdad de los hombres y al mismo tiempo garantizar la supervivencia de oragutanes y gibones, entre otras especies? La mejor política medioambiental es garantizar la justicia universal. Si admitimos que ésta es un deseo inalcanzable... ¿no tienen alternativa los orangutanes? ¿Sólo les queda la opción de extinguirse, lentamente, en los diferentes parques zoológicos?
* Nota: los problemas de Borneo no son endémicos, su vecina isla de Sumatra, no digamos ya Java, están experimentando una destrucción, no sólo equiparable, sino más avanzada. El oranguntán de Sumatra (una de las dos subespecies que existen, junto al de Borneo) ha visto reducido su número a más del 90 por ciento, en los últimos tiempos.
* Algunas fuentes para ampliar información:
* Para ver derechos y origen de cada ilustración, clickea sobre ella.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Extinguir a un dinosaurio.

Es tradición personal, a la vez que bloggiana, escribir siempre unas líneas para el día de mi cumpleaños. Los mayores vestigios de mi infancia pasada afloran cada cinco de noviembre, ¿qué se le va a hacer?, aunque después de todo... ¿tampoco es tan malo, verdad?. Quienes me conocen no se sorprenderán si escribo un artículo sobre dinosaurios para este día anualmente señalado. Jugando con el título, por más que pasan los años, por más que atacan Romas y Constantinoplas, civiles e hipotecarias, mi pasión por los dinosaurios sigue ahí, viva, sin extinguirse.
“Extinguir a un dinosaurio” sólo puede significar tirar un dinosaurio de plástico a la basura, dirán muchos. El juego de palabras es curioso, ciertamente, y pocos caerán en cómo se puede extinguir algo que ya está extinto. La cosa cambia si creamos un campo semántico en el que colocar “extinción”, “eliminación”... “olvido”. Cambia pero sigue sin ser factible. ¿Alguien cree que puede llegar el hombre a olvidar, a “extinguir” de su pensamiento los dinosaurios? No en genérico, sí en particular, la clase científica oficialista así lo cree.
Recuerdo haberle preguntado a mi padre, cuando aún iba cogido de la mano y andaba a saltitos, si la abuela o la tía habían visto alguna vez un dinosaurio. Por aquél entonces aún pensaba que quizá mis mayores los hubieran visto, pues sus vivencias y años eran parecidos en mi mente. ¡En esas edades, de 4 o 5 años, poco importa hablar de 65 años o de 65 millones de años! Para mi sorpresa mi padre me dijo que no, primera decepción sauriana de mi vida...
No mucho tiempo después empecé a coleccionar la célebre enciclopedia por fascículos: “Dinosaurios”, la obra que, independientemente de donde me lleven los años, más habrá influenciado en mis neuronas. Recuerdo leer en aquellos fascículos historias sobre el “coelofisis” o el “sicosaurus” (como conocía por aquel entonces a Coelophysis y Psittacosaurus), y, cómo no, sobre el Apatosaurus. No hace falta decir que me gustó mucho conocer de ese animal con nombre tan aviar, pese a la gran desilusión de la que fue motivador... mi segunda decepción sauriana.
Como todos los niños nacidos en los ochenta, tuve la ocasión de poder disfrutar de múltiples series de dibujos animados por televisión. Más allá de los Picapiedra (y de Dino), era especialmente aficionado a los Dinoriders, a los “Dinos” (que yo llamaba así, pero que trataban sobre un grupo de dinosaurios mutantes que luchaban contra otros dinos mutantes por el Espacio, Dinosaucers) y, muy especialmente, a la saga de Piecitos, más conocida como “En busca del valle encantado”. En todas estas series tiene un protagonismo especial el Brontosaurus, llamado por mí en aquel entonces, “cuellilargo”. Gran fue la decepción cuando leí que por problemáticas paleontológicas entre científicos americanos (Marsh – Cope, protagonistas de la célebre “Guerra de los huesos”), el Brontosaurus había sido, hacía ya casi un siglo, segunda vez extinto. Efectivamente, el Brontosaurus debió rectificar su nombre a Apatosaurus, por haber sido este segundo animal primeramente hallado.
Mi tercera decepción sauriana ocurrió hace poco, y en cierto modo es “eventual”. Según leí hace poco en el blog “El ojo de Darwin” (recientemente premiado por 20minutos en el concurso 20blogs), tanto Apatosaurus, como el célebre Diplodocus, corren el riesgo de desaparecer, por considerarse, por parte de ciertos científicos, miembros de una misma especie con el abominable nombre de Amphicoelias brontodiplodocus. En definitiva, para no liar más “la troca”, resulta que científicamente el Brontosaurio jamás existió, y en breve es posible que dejan de haberlo hecho Apatosaurus o Diplodocus. Estas pequeñas cosas hacen a uno reflexionar, y dejan a la luz pequeñas lacras de nuestra cultura. Los convencionalismos limitan la imaginación y la expresividad, pero, sin normas, el Mundo sería total anarquía. ¿Dónde están los límites?
Es evidente la dualidad que en todos nosotros descansa. Todos tenemos un ser real y uno imaginado. Uno nos hace vernos como los mejores del Mundo, otro nos dice nuestros defectos; uno nos dice que somos muy listos, otro que no sabemos según qué cosas; uno piensa en brontosaurios, otro sabe que el nombre, a día de hoy, es Apatosaurus. Me pregunto qué es más identificativo de una persona, si lo que es o lo que imagina. Uno es más lo que piensa en su interior o lo que deja ver hacia fuera. Y bien pensado, ¿no es cierto que, a veces, la mezcla de nuestra dualidad interna es tal que no nos deja distinguir entre lo ideado y lo real? ¡Cámbien de nombre al brontosaurio! Para nosotros siempre seguirá siendo el Dino de los Picapiedra! Estamos sujetos a unas normas, indispensables para la paz social, pero, internamente, ¡somos doblemente libres y auténticos! ¡Vivan los dinos, especialmente en mi día de cumpleaños! ;-)
El artículo de la controversía: Galiano, H., & Albersdörfer, R. 2010. A new basal diplodocid species, Amphicoelias brontodiplodocus from the Morrison Formation, Big Horn Basin, Wyoming, with a taxonomic reevaluation of Diplodocus, Apatosaurus and other genera. Dinosauria International (Ten Sleep, NY) Report for Sept., 2010, p 1-41, figures 1-33. (haz click aquí para ver).
2) Allosaurus vs. Barosaurus with baby