sábado, 11 de octubre de 2008

El auge catalán y la fundación del Real Madrid

'1.- PRIMER REGLAMENTO DEL REAL MADRID F. C.
"Juan Padrós Rubio, primer presidente del club, fue el principal impulsor de este documento, considerado como las bases para la constitución de ' Una Sociedad de juegos de 'sport' que se denominará Madrid Foot Ball Club'. Estos estatutos servirían de ejemplo para la creación de otras entidades deportivas en la época.
El texto, escrito a mano, fue remitido al gobernador civil, quien le dio el visto bueno.
Reglamento de la Sociedad 'Madrid Football Club. Madrid, 1902'.
Título 1º. Constitución de la Sociedad:
Art. 1º. Se constituye en Madrid una Sociedad civil particular denominada 'Madrid Football Club'. Con objeto de fomentar sobre bases progresivas la afición al juego denominado 'football association'.
Art 2º. La duración de esta Sociedad será por tiempo indeterminado, rigiéndole ( en tanto exista, en el orden interior, por las leyes, reglamentos y disposiciones de carácter general o local, pero sometiéndose los señores que forman la Sociedad).
Art. 21º. Será el domicilio social en Madrid, en casa del señor presidente, Alcalá 48.
Art. 22º. La disolución de la Sociedad se verificará cuando así lo acuerden la mayoría de los socio. Y si del balance que se haga resulta un sobrante se distribuirá a prorrateo de los mismos.
Juan Padrós Madrid, 18 de abril de 1902".
Tal y como afirma el Dr. Ucelay-Da Cal, la España de finales del siglo XIX, principios del XX, es la España del 'Imperialismo catalán'. Mataró, Sabadell, Tarrasa y Barcelona, no exclusivamente pero si mayoritariamente, acogerían los primeros síntomas de industrialización en un país, histórica y empíricamente, un tanto arcaico. La apuesta del Gobierno por una industria potente (con medidas que tendían hacia el 'proteccionismo'), hizo que Cataluña, o mejor dicho, lo que hoy se conoce como Área Metropolitana y cercanías de Barcelona, se configurara como la región más próspera del país.
Sólo hace falta pasear por calles como el Paseo de Gracia, el Ensanche, Paseo San Juan o Rambla de Cataluña para darse cuenta de lo que aquí se dice. El Modernismo y la Reinaxença (uno en el ámbito del arte y la arquitectura, el otro en el ámbito de la literatura) serían muestra de la prosperidad, en auge, que experimentaría el Principado. La Sagrada Familia, la Casa Batlló, la Pedrera, el Palacio de la Música Catalana, el Parque Güell... son ejemplos de lo que aquí se está comentando. Dentro de este grupo de incipientes metrópolis, destacaría desde un primer momento Mataró.
Mataró ha sido una de las grandes 'capitales económicas' de España. Su industria rivalizó con la de la propia Ciudad Condal, y no es de extrañar que el primer tren español (así como la primera autopista del país) uniera a la antigua Iluro con Barcelona. Si Sabadell fue la capital de la lana, Mataró lo fue del punto. El algodón se manufacturaba en sus poderosas industrias, fabricando la ropa interior, camisas, camisetas y demás prendas de vestir, que en no poca cantidad, vestía la mayor parte de las gentes de España. Massana, Abanderado, PuntoRoma... son algunas de las marcas que han llegado hasta nuestro días como muestra de un glorioso pasado reciente. No es de extrañar que la burguesía ilurense fuere una de las más prósperas de la Península.
El incremento de la riqueza nacional se manifestaría en multitud de innovaciones. A la inserción del ferrocarril (arriba ya comentada), habría que sumársele la construcción de maravillosos edificios, como los modernistas. Si fue por aquel entonces cuando se popularizó el consumo de Wiscky y Congac en vez de aguardiente, o el uso del automovil, dejando absoletos los carros, también debe indicarse que fue en aquel entonces cuando penetró la moda del 'fútbol' dentro de nuestras fronteras. Eso sí, al igual que la propia industrialización, siempre pasando por Cataluña (si bien se considera al Recreativo de Huelva como el decano del fútbol español, no puede dejarse de constatar que el club deportivo de mayor antigüedad es el Gimnástico de Tarragona).
A imagen y semejanza de lo que anteriormente se hiciera con el F.C.Barcelona (en este caso por obra del suizo Gamper), dos miembros de la rica burguesía catalana de Mataró, los hermanos Padrós, fueron quienes dinamizaron la creación de un nuevo club de fútbol en la capital de España: el Real Madrid. Como deja constancia el primer reglamento del histórico club, que arriba recogemos, el 'enemigo moral' por antonomasia del común de los catalanes no dejó de ser 'astilla' (nunca mejor dicho) de un mismo palo, 'la industrialización del país', mayoritariamente, en Cataluña.
Todo ello no deja de motivar una importantísima reflexión. Cataluña ha sido, y en buena parte es, el motor económico de España. Su cultura y particularidades, en no pocas ocasiones, han reparado prosperidad al común del Estado, sea en forma de innovaciones tecnológicas o adopción de costumbres extranjeras. Sin embargo, cierto es que desde dentro del Principado debemos hacer una, no menos importante, reflexión.
Si la industria catalana prosperó, y no se abrió el mercado peninsular a los, más baratos, téxtiles británicos, fue porque el Gobierno Central adoptó medidas proteccionistas encaradas a salvaguardar la incipiente industria catalana y vasca. Que nadie llegue a equívocos. Nadie debe nada al otro, pues ambos son una misma unidad. Cataluña es España como el corazón forma parte del cuerpo. Sólo que la sangre debe ser repartida con equidad, y ser siempre conscientes de que el organismo no funciona óptimamente sino se respeta y cuida de forma adecuada a sus ventrículos...

6 comentarios:

variopaint dijo...

Evidentemente las cosas fueron así Fujur (y quizá lo sigan siendo)...lo que ocurre es que en esa época no existía una casta provinciana de políticos desocupados y con el sólo anhelo de procurarse poder para su beneficio personal...las cosas no daban para tanto, entre otra razones porque la gente se preocupaba de realizar todas esas tareas que mencionas (incluso la de fundar el Real Madrid).

Hoy día, las cuestiones se debaten en ámbitos más abstractos e inútiles, discutiéndose sobre patrias, lenguas y nacionalismos que sólo son aspectos formales (epidérmicos) de la realidad. Eso sí, hacen que algunos (los más inmisericordemente vagos e inútiles) practiquen negocios excelentes, tal y como se ha visto. Y todo ello con cargo al dinero de todos, algo que evidentemente no les pertenece, o sólo en una pequeña porción, como cabría esperar. Sin embargo esos totems hacen que el personal pida más y más...

En cualquiera de los casos, se ve que el panorama ha cambiado, y la era del buenismo y la incompetencia que inició D. Adolfo Suarez (que ahora ya no se entera de nada)nos ha llevado a consecuencias prácticas lamentables y que la factura del Estado (siempre bastante y lamentablemente inútil, por definición)crezca de forma desmesurada y no precisamente para bien de los ciudadanos.

Un abrazo

M.

Dinorider d'Andoandor dijo...

claro, el todo es la suma de las partes.

La priemra vez que oi la historia del Real Madrid me pareció muy muy curioso, jajaja

Bon fin de setmana

Anónimo dijo...

A causa de tu comentario en mi blog, he descubierto esta espléndida bitácora y, ya solo por esto, debo darte las gracias. ¡Enhorabuena!

Luis Amézaga dijo...

Generar compartimentos estancos es no entender nada de economía, ni de sociedad ni de nada. Esperemos que las partes no escupan al cielo.

panterablanca dijo...

Como siempre pasa con tus posts, éste también es muy instructivo e interesante :-)
Besos salvajes.

Anónimo dijo...

Bueno, Javier, que el Madrí fuera fundado por un empresario de Mataró, esto sí que es una bomba. Sobre este tema debía haber silencio informativo, porque es la primer noticia.

En cuanto a la afirmación del Dr. Ucelay-Da Cal de que la España de finales del XIX y principios del XX era la España del "Imperialismo Catalán", quizá sí, aunque también se la podría llamar la España del contubernio entre el centralismo chupón y la periferia de la-pela-es-la-pela.

Lo que no ha lugar, porque esto sería un gol en propia puerta, es el parrafito de la "adopción de hábitos y costumbres típcamente "occidentales", originarios de la "quintaesencia" o núcleo duro del, por aquel entonces neonato, capitalismo global"

Hacen bien en ir poniendo comillas, que aquí hacen la función de la vaselina. Visto en qué ha desembocado la revolución industrial en estos últimos cien años (porque es de lo que realmento están hablando, todo lo demás son envoltorios), hay que tener unos esquemas mentales muy condicionados para seguir hoy en día con esta cantinela.

gtalmirall