sábado, 10 de octubre de 2009

Una corazonada predestinada al infarto...

Es cuasi un tópico sospechar de la lealtad de los barceloneses (y del resto de los catalanes) a la candidatura de Madrid 2016. Pocas cosas se me ocurren más generalistas, y en no poca parte, ofensivas, que este triste pensamiento. Sin embargo, ahora que "el toro ha pasado" y es tiempo de reflexión, cabe poder expresar algunas críticas, errores y demás factores, que a mi humilde entender, han perjudicado, y mucho, a la candidatura española. Todo es más fácil a "toro pasado", cierto, y tampoco voy a caer en el oportunismo.
Crítica número 1: Madrid debía haber esperado a 2020. Samaranch, uno de los cinco españoles más importantes, e influyentes, del pasado siglo XX, recomendó a Madrid no presentarse para esta candidatura. Según la normativa tácita, y hasta cierto punto justa, que rige en este tipo de elecciones, las diferentes celebraciones deben ir cambiando de continente, y en un mundo cada día más globalizado, por ello no cabe entender ya la alternancia "EEUU y sus corrales" v.s. Europa con Rusia.
Me pregunto si la elección de Río de Janeiro será un pistoletazo de salida para que los Juegos se hagan en lugares, ciertamente, que se lo han ganado a pulso. Me pregunto si se acabaron las elecciones "tipo Atlanta", y si, en lo sucesivo, cabrán esperar juegos globales (de eso no hay duda) que se celebren por "todo" el globo.
A mi entender, con la elección de Río se ha conseguido que América Latina (y muy especialmente Brasil, predestinada a ser una de las grandes potencias del Mundo) tenga "sus" Olimpiadas. Sin embargo, no dejan de existir "civilizaciones", en terminología de Huntington (autor de la teoría, y libro, "El choque de civilizaciones") que aún, tristemente, no han gozado de "sus" Olimpiadas. Fundamentalmente me estoy refiriendo al África negra, a Asia Central, y cómo no, al mundo islámico. Una buena excusa para la paz sería la celebración de unos Juegos en El Cairo o Teherán, y por qué no, llegado el momento, en la propia Bagdad (con compromiso internacional de reconstrucción de la esplendorosa capital histórica del Islam).
Crítica número 2: Madrid no es España, si no que "sólo" es su capital. Existe cierto movimiento, igualmente tácito y oculto en el pensamiento de muchos, que pretende equiparar la parte al todo, la capital al Reino. Barcelona 92 fueron las primeras olimpiadas para España, para la región de Cataluña, y muy especialmente, para la ciudad, y entonces también Área Metropolitana, de Barcelona. Una de las mayores críticas a la candidatura madrileña es la elección de sus "subsedes", ¿se pretendía, así, "vertebrar" España?. Obviamente, hubiera sido un honor que Barcelona formara parte de unas segundas Olimpiadas (esta vez como subsede), sin embargo, por parte de Madrid me parece un despropósito.
Cualquier catalán, "amb seny", apoya, apoyará y apoyó el sueño de Madrid (obviamente, con ínfimo entusiasmo en comparación con el apoyo dispensado para con la candidatura propia; ello es cuasi biológico). Por ello, precisamente, no es necesario que el Estadio Olímpico de Barcelona (aquél que recibió una perversión en su nombre) participe, puesto que la lealtad de la ciudad de Barcelona se supone (pues apoyamos las cosas buenas para España, y cualquier cosa que beneficie a Madrid desde fuera, genera externalidades positivas, que dirían los economistas, en Barcelona, y viceversa). Si esa "cursilada" de las "ciudades hermanadas" tiene sentido, no hace falta decir que Barcelona y Madrid son hermanas, y por ello existen "celos", por más que ambas sirvan a una igualdad, cuasi plena, de intereses.
Si fuera Alcalde de Alcalá de Henares, de Guadalajara, de Getafe, de Valladolid, Segovia o Toledo estaría muy enfadado. ¿Por qué se cuenta con Barcelona, Málaga o Córdoba, cuando lo "lógico" hubiera sido que participaran las ciudades que, para lo bueno y lo malo, configuran el ámbito de influencia, directo, de la capital?. Habiendo campo, Coliseo mejor dicho, en Getafe, ¡qué pinta el Olímpico de Barcelona!. ¿Acaso Getafe o Valladolid podrán participar en otras Olimpiadas que no sean las de Madrid (con el permiso, hasta el momento improbable, quién sabe si en el futuro, de Zaragoza)?.
Tercera, y fundamental, crítica: las Olimpiadas de Barcelona regeneraron, y modernizaron, la ciudad de "cabo a rabo". Con cuasi total seguridad, de una forma equivalente a como lo harían unas Olimpiadas en Sevilla, Valencia o Zaragoza. Creo que Madrid no iba a cambiar en exceso con el acontecimiento. Como diría un amigo mío, Madrid no iba a mejorar demasiado con el asunto: las instalaciones estaban ya hechas y... ¿acaso se atreverían a construir más cinturones?.
Crítica, causa final y contundente: Madrid se haya inmersa en un nebulosa de fantasía fomentada por la incompetencia política. ¿Qué es eso de que Madrid se presente a unas elecciones que se sabe que no las puede ganar por la alternancia? ¿Por qué se ha cometido la cobardía de no presentarse cuando París y Roma tenían previsto hacerlo (2020)?.
Madrid, o mejor dicho, sus dirigentes, han jugado a que son los mejores "contra viento y marea". De nada sirvió el consejo de Samaranch, ni las impresiones de todo el pueblo. Ahora nos encontramos con una Madrid, que ha fracasado en su tercer intento, con instalaciones hechas, y que "ganada" una eventual candidatura para 2020, cuasi las tendría ya anticuadas. ¿Alguien no podrá sospechar que todo ha sido un "como mínimo tendremos excusa para construir todo esto"?.
Madrid 2016 ha sido un fracaso y un despropósito, mal organizado y peor explicado. Esperemos que haya más suerte en otra ocasión, aunque no debiera ser en 2020, pues no estaría bien visto, al menos por mí. La "Madrid olímpica" no puede, ni debe, ser un "acoso y derribo" (ello sin tener en cuenta, que Sevilla... o Valencia puedan reclamar que se les deje a ellas intentarlo...).
2ª imagen: The famous monument Christ the Redeemer on the Corcovado hill, in Rio de Janeiro, Brazil. de Jorge Morales Piderit (public domain).
3ª imagen: Logo de Madrid 2016.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenisima!! lo suscribo punto por punto y soy de madrid capital. Sigue así. Un abrazo

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo aunque no lo sepa expresar con tanta corrección.
Felicidades ESCRITOR.
Un abrazo
Pilar

Eva dijo...

Me gusta mucho como expresas tus pensamientos.
Como ya te dije yo tambien opino que se tenian que haber esperado hasta el 2020 y tener en cuenta que le tocaba a otro continente.
Animo para seguir con tu blog y para seguir escribiendo
bsss

Jorge dijo...

Pues, estando de acuerdo con lo que dices, aun incluso podría ahondarse algo más enlazando algunos puntos que has defendido, y es que parece todo tan contradictorio, que ahora empiezo a pensar que en realidad sí que todo era una corazonada, porque esfuerzo mental no tenía demasiado. Como tú has dicho, no vamos a ser oportunistas, pero vistos los errores, todos podemos hablar (y es que tengo la teoría de que cuando uno reconoce sus propios errores en primer lugar y antes que nada, tiene aquel privilegio/derecho/beneficio -aunque en términos jurídicos no suelan significar lo mismo- de hablar o incluso encontrar los errores de lo demás). Ásí que permítaseme decir que todo suena algo extraño, pues si ya se conocía que el sistema de reparto de unos Juegos suele ser el de la alternancia intercontinental, y si ya se sabía que Río no está en Europa ni Asia (porque se sabía, ¿no?), y si ya se sabía que en el 2020 habrían más posibilidades por luchar con CIUDADES europeas que YA han tenido Juegos, y si ya se sabía que era un riesgo construir infraestructuras a tantos años vista, y si ya se sabía que una sola razón puede valer más que mil corazonadas (y como ya hablamos tú y yo el otro día, había más de una razón para que esto fallase), ¿somos oportunistas los que ahora simplemente intentamos desgajar el por qué de todo, o han venido pecando de oportunismo aquéllos que quizás, y sólo quizás, han querido hacer de una ilusión una realidad en potencia para beneficiarse?
En fin, aunque he de confesar que me habría hecho mucha ilusión que se celebraran unos Juegos en Madrid, mirándolo todo desde un punto de vista racional dan ganas de decir aquel "que n'aprenguin" que hace unos años los culés aprendimos.

Striper dijo...

Yo sinceramente temia de quela inversion , necesaria en Madrid faltara en otros lugares como la caotica red de cercanias de Barcelona.

variopaint dijo...

Creo que las comparaciones no vienen al caso, pues 1992 y su Olimpiada se situó en otro contexto y la preparación estaba muy meditada y orquestada, ya desde los tiempos de la Olimpiada de Moscú. Con relación a la pulcritud del movimiento olímpico y sus dirigentes tengo las mismas dudas que hacia todos los políticos (salvo honrosísimas excepciones ya fallecidas o asesinadas, en general). La política se ha constituido como un oficio lesivo general que se plantea como algo alejado de la ciudadanía. Quiero decir con ello que tanto Samaranch como Gallardón o Zapatero no son más que unos "aparatchiks" subidos en el poder para su propio beneficio (y en el caso de Samaranch utilizando su condición de franquista notorio). Por consiguiente, la discusión es estéril y además, unos Juegos suelen ser un autético censo para los habitantes de las ciudades que los reciben y un auténtico despilfarro de recursos, más ahora si cabe, cuando España (incluyendo su disparatada organización autonómica procedente de la excedencia del franquismo) está sometida a una crisis de la cual nadie sabe como salir. Desde luego, la crisis mayor está en que el país tiene que pagar como si realmente trabajara a una clase política inútil que recuerda los peores tiempos del socialismo europeo, y me refiero al paisaje del continente antes de la caída del muro de Berlín.
Para evitar la cuestión, los políticos acuden a la vieja costumbre romana del "panem et circenses" en la cual el pan se somete a una economía susbsidiada, cuyo mayor exponente sería la figura insólita del vicepresidente Chaves y el circo representado por el ansia olímpica o la alienación cotidiana del futbol aburrido que tanto gusta al presidente Rodríguez.

Creo que los huegos de Río serán un desastre, como corresponde a un páis que es desastroso y peligroso (aunque rico en potencia)y que el único mérito que ha presentado a concurso ha sido a Pelé. Soy amante del deporte y de los deportistas (y me encantaba Pelé jugando al fútbol), pero me sorprende que los dirigentes políticos que represntan al deporte sean (por lo general) una mediocridad deportiva, cuando no un desastre deportivo, como el propio Samaranch (que sin embargo destacó en todos los regímenes políticos, incluyendo en ellos el régimen olímpico, tan rentable él). Creo igualmente que el rechazo de la candidatura de Madrid es una de las buenas noticias del año, mal que le pese a algún alacalde megalómano y ambicioso, y a toda la cohorte de señoras y señores con los que se había rodeado para tal fin.

Entiendo que los paises y los políticos deben poseer un perfil más anónimo de servicio a los ciudadanos, y la mejor noticia de un político es que no se le conozca, igual que ocurre con los árbitros de fútbol. Lo demás son cuentos tártaros que solamente benefician a esda estirpe inútil que hemos inventado los españoles en los últimos treinta años, de modo que Cataluña, Madrid, o La Almunia de Doña Godina la padecen por igual.

Tu post, tan divertido e ilustrado como acostumbras.

Saludos, Fujur.

Dinorider d'Andoandor dijo...

Por estos lares ya las "predicciones" apuntaban a Río, con inseguridad y todo. Conociendo a los brasileños harán de todo por que les salga mismo Carnaval... para eso sí tienen dinero. Ojalá aprovechen en restaurar en varias esferas su ciudad pues por referencias familiares sé que ya no es todo lo que alguna vez fue. Lo cual es una pena.

Antonio dijo...

Hola Javier: Yo también tenía una corazonada: la de que no nos iban a dar la organización de los Juegos Olímpicos 2016 a Madrid. Y esa corazonada la tenía Samaranch, el alcalde Gallardon, la presidenta Aguirre, el Rey Juan Carlos, su señora doña Sofía, y todos.... pero claro, hay que sacar pecho. Bueno, al menos hemos tenido entretenidos a "los críos" unos cuantos días. Una vez acabado el tema, otra vez a darle al futbol.
Saludos...