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Hace tiempo que las bodas y demás actos “litúrgico-formales” me aburrían, y desde ayer, las he vuelto a disfrutar. No fueron las “garotas” (tan buenas aquí como en Portugal) lo que más me sorprendió, pese a lo exquisito del invento. Tampoco fue la comida, que después de todo, es lo que todo el mundo, en menor o mayor medida ajeno, espera con cierta ilusión. No. Aquello que más me hizo gozar del día, y de cada uno de sus preciosos momentos, fue toda la serie de preocupaciones que se tomaron para el enlace los convidantes (sin lugar a dudas, en todos, y cada uno de sus más minúsculos aspectos, formidables).
Hay veces en las que uno piensa que los “sacramentos” no son nada más que formales anticuallas, celebraciones en las que uno se reúne con la familia, los amigos de ésta, y demás sujetos que jamás serán reconocibles por tus hijos en tu futuro álbum de fotos. Será uno de esos dos días en que veas a estas personas, no acaeciendo la fiesta una “Nochebuena a lo grande”, sino una suerte de “asamblea de compromisarios”, donde el “capital” es el quedar bien, y los rendimientos, las buenas relaciones futuras….
En esta boda faltaron años, primaveras, recuerdos bañados en años, o lo que es lo mismo, con el mejor sentido de la expresión, gente entrada en años. Los que pertenecían al grupo de edad que denominamos “gente joven” (curiosamente, mira por donde, grupo al que los cónyuges, por un buen tiempo, continuarán perteneciendo) eran mayoría.
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Si hay algo que debo reconocer a esta pareja, es que, fuere al ir en bicicleta hasta la mesa presidencial o al repartir regalos a los próximos cónyuges, madres y recientes cumpleañeras han demostrado que, como dijera el párroco en el sermón: aquél día fuera de fiesta, la fiesta del amor. Lástima que no siempre nos demos cuenta de que donde el AMOR está todo lo demás es redundante. Que si tal vez se llame Dios, no por llamarlo de otra manera, cambie su benignidad, y la necesidad de que siempre andemos tras él, en su búsqueda.
Muchas gracias Wake y Gina por confirmar que en el Mundo aún hay lugar para cosas bonitas. Espero que seáis felices, y aún sin conformarme con este sincero anhelo, que con vuestro historial, y bonhomía, sigáis sentando precedente, ¡amorosa doctrina!
Imágenes:
1) " El beso", obra de Hayez, Francesco (1791 –1882 )
2) Wye reymont vnd melusina zuamen wurdent geleit / Vnd vom bischoff gesesenet wurdent in dem bett (Holzschnitt aus der Schönen Melusine / XV. Jahrhundert).
8 comentarios:
Que bonitoooooooooooooooo
jajaja
creo que si me caso te fastidiaré para que me escribas algo así también
JAJAJAJA
El amor!, El amor!, jajaja. Es increíble como algo tan bonito sea tan despreciado en estos tiempos, o al menos en apariencia la gente habla de este tema hasta en términos despectivos, y resulta un poco dificil expresarse con mayor soltura sobre lo hermoso que es, ya que a veces hay burlas de por medio.
Para estas cosas yo soy super anticuada, una "tonta" romántica pero no me importa, prefiero serlo a una fría cínica.
Un abrazo!
Genial escrito sobre una boda¡¡¡
¡Compañero! Vaya... una boda un tanto singular por lo que veo... Pues nada chico, ya sabes, toma nota jeje!
Por cierto, ya que tengo la suerte de relacionarme con un pequeño gran maestro de Historia y que lo que te quiero enseñar es parte de la historia de nuestra comarca(si fuera un puzzle, la parte más alta en relación suelo-cielo, y la parte oeste cardinalmente), querría que le echaras un vistazo a este pequeño artículo que avisa sobre la ya sabida degradación del Castell Burriac.
El artículo no descubre nada nuevo. Quizás lo nuevo es que sea ahora cuando se hagan eco de que el pobre castillo está hecho una "piiiiiip".
Un saludo exconsejero escolar! ;)
http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idnoticia_PK=662133&idseccio_PK=1022
Yo creo que el amor no debería necesitar de ceremonias para confirmarse, ni más clásicas, ni más originales.
ESpero que les dure para siempre a tus amigos :-)
Besos felinos.
Sin duda envidia sana de no poder asistir a tan gran evento. Gemma ya me mostro la misma admiracion de la que posiblemente es la mejor boda a la que ha asistido.
abrazo!
Coincido totalmente con Panterablanca!
Excepto por lo de besos felinos, los mios pertenecen más simiescos!
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