Ayer escribía sobre los bárbaros, o lo que es lo mismo, aquellos que son miembros ajenos a la “alta cultura”. Hoy cambia el contexto, como acostumbra a suceder en un mundo caótico, sólo que con diferente motivo, más trágico y sangriento. Dentro de un contexto democrático, y de Estado de Derecho, siguen habiendo especímenes que ocupan el nicho “descomponedor” de nuestro ecosistema, sólo que predestinados al fracaso. Isaías Carrasco somos todos, miembros de esa gran manada que hace tiempo que perdió respeto por el león, gacelas que supieron ser conscientes de la fuerza de sus cuernos, de sus votos, de cómo con piel de cordero se podía vencer al lobo, a quien nunca falta con su alevosía, despropósito, miseria y cobardía. ETA es un detrito social, pasto de las mayores miserias.
El electromagnetismo se manifiesta en ella. Los polos iguales se ahuyentan, los opuestos se atraen. La física me hace pensar en si no sería necesario intolerancia contra los intolerantes, “violencia democrática del pueblo” contra la violencia del terrorista. Me pregunto si la soberanía del pueblo no debería imponer su monopolio del uso de la fuerza, acabar con la chicharra y con su música mísera. Jamás un diablo reinó en el Cielo, sólo un ángel cayó a los Infiernos. El Mal siempre será lo mismo, pasto de infames que saborean carne inocente, carne que nos pertenece a todos, verdadera carne de nuestra carne.
No lo duden, ¡ante la violencia desobediencia! La finalidad del terrorista es lo realmente, y legítimamente, combatible, ¡por nada compartible! El domingo se celebra nuestra individual guerra, la manifestación en favor de la democracia que debe de demostrarnos que todo voto es un golpe a los que se hallan, por definición, fuera del sistema. La abstención es la finalidad de ETA, el motivo por el que han matado a un obrero padre de familia, mártir de los demócratas, de los hombres de bien, de los buenos, de aquellos que son nobles por el mero hecho de odiar a ETA.
El electromagnetismo se manifiesta en ella. Los polos iguales se ahuyentan, los opuestos se atraen. La física me hace pensar en si no sería necesario intolerancia contra los intolerantes, “violencia democrática del pueblo” contra la violencia del terrorista. Me pregunto si la soberanía del pueblo no debería imponer su monopolio del uso de la fuerza, acabar con la chicharra y con su música mísera. Jamás un diablo reinó en el Cielo, sólo un ángel cayó a los Infiernos. El Mal siempre será lo mismo, pasto de infames que saborean carne inocente, carne que nos pertenece a todos, verdadera carne de nuestra carne.
No lo duden, ¡ante la violencia desobediencia! La finalidad del terrorista es lo realmente, y legítimamente, combatible, ¡por nada compartible! El domingo se celebra nuestra individual guerra, la manifestación en favor de la democracia que debe de demostrarnos que todo voto es un golpe a los que se hallan, por definición, fuera del sistema. La abstención es la finalidad de ETA, el motivo por el que han matado a un obrero padre de familia, mártir de los demócratas, de los hombres de bien, de los buenos, de aquellos que son nobles por el mero hecho de odiar a ETA.
3 comentarios:
la vida humana esta por encima de cualquier ideología, frontera, raza o religión,espero que la justicia haga su papel y que los silencios no marquen la vida de los inocentes, espero espero la paz, porque estas cosas no entran en mi cabeza
Mi solidaridad con España y mi repudio a ese nefasto grupo de asesinos terroristas, delincuentes desfasados en la historia y que hacen un daño absoluto a la causa que dicen defender.
Son unos assesinos dormira ese hombre tranquilo el resto de su vida encontrara justificacion para lo que ha hecho.
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