Cada cual es Dios en su propio Mundo. Lo más parecido a un Big Bang, o a un primordial caldo, es la escritura. Se crea disfrutando, relajándose, poniendo orden en el Caos de la inexistencia. A veces se cumplen los sueños con la finalidad de poder ser narrados. En mi caso Nubiru es uno de los más grandes que haya podido tener. Lo esotérico de los nefilim y del nuevo planeta del Sistema Solar ha dejado paso a algo aún más extraño y original, único como reflejo de lo propio, misma imagen de quien cambia a la condición de autor por haberlo escrito.
El blog es un espejo, un tocador donde maquillarse literariamente, ni aunque sea a título de aficionado. Escribir es un oficio taciturno, no apto para mentes serenas. Soñar es gratis, narrarlo poco costoso para quien disfruta con ello. Nubiru ha sabido ser mi amigo visible, un compañero de horas reencarnadas, que de otra forma tenían peligro de caer muertas. Nigromante incluso, Nubiru ha sabido hacer de todo: de hermano, hijo, cuerpo y alma. No sabría si ponerle título de hijo o de progenitor, de alumno o de maestro. Nubiru soy yo y yo soy Nubiru. El binomio del soñador ejemplificado en unas sinceras letras.
La alegría del lugar se asemeja a la cocina oriental, los comentarios de los visitantes son especias que dan valor al guiso, dotándolo de cariño y buen tacto. El símil me sirve para relacionar a mi psique glotona con el gusto por saborear humildes textos: un día, quizás, muslo de dinosaurio, otro, paletilla de Bizancio. Descubridor no se nace, sino que se es por tener la fortuna de estar en un momento y un paradigma dados. La causa del descubrimiento es la misma que fundamenta el arte de escribir, la Diosa Fortuna. Nubiru es una ruleta a la que pude jugar, por coincidir con una inquietud y unos medios, precisamente, en un momento dado.
Cada día depende de lo escrito y del juicio del lector. La recompensa es un saludo o unas líneas, un segundo gratuito dado en mi honor, pues al leer mis textos, robo el tiempo a quien, gentilmente, me lo ha ofrecido. Nubiru es malo, sádico e incluso lúbrico, a veces pertinaz, luchador, amoroso y melancólico. Nubiru es un estado de ánimo, una reflexión constante, una forma de liberar mis impulsos cerebrales y poder compartirlos con esta comunidad que tantas sorpresas repara. Nubiru es un día, es un tres de marzo. Aún recuerdo bien cuál fue su nacimiento, cómo surgió cerca de los exámenes, brindándome una puerta por la que salir de aquel tiempo, ni que fuera por un corto instante.
Dice el Código Civil que la obligación tiene dos sujetos, el que cobra y el que debe. Lo contrario es confusión en lo jurídico y en aras de poder defender la unidad de objeto y artífice. No puedo asociar a mí, indubitadamente, a algo que debo tanto. Nubiru ha creado a Javi de forma correlativamente proporcional a lo que éste a creado al otro. Este blog ha sabido ayudar a grandes acontecimientos personales, o cuanto menos, coincidir con su sutil ojo omnisciente.
Para acabar, siendo educado al dar las gracias, brindo por un suceso vital que difícilmente volverá a repetirse: sentirse orgulloso de la cosa más cotidiana. De algo tan variado como amorfo, esbelto en lo largo. Burlón infante que, riéndose de lo infame, ha sabido darme una alegría como pocas se me han dado.
El blog es un espejo, un tocador donde maquillarse literariamente, ni aunque sea a título de aficionado. Escribir es un oficio taciturno, no apto para mentes serenas. Soñar es gratis, narrarlo poco costoso para quien disfruta con ello. Nubiru ha sabido ser mi amigo visible, un compañero de horas reencarnadas, que de otra forma tenían peligro de caer muertas. Nigromante incluso, Nubiru ha sabido hacer de todo: de hermano, hijo, cuerpo y alma. No sabría si ponerle título de hijo o de progenitor, de alumno o de maestro. Nubiru soy yo y yo soy Nubiru. El binomio del soñador ejemplificado en unas sinceras letras.
La alegría del lugar se asemeja a la cocina oriental, los comentarios de los visitantes son especias que dan valor al guiso, dotándolo de cariño y buen tacto. El símil me sirve para relacionar a mi psique glotona con el gusto por saborear humildes textos: un día, quizás, muslo de dinosaurio, otro, paletilla de Bizancio. Descubridor no se nace, sino que se es por tener la fortuna de estar en un momento y un paradigma dados. La causa del descubrimiento es la misma que fundamenta el arte de escribir, la Diosa Fortuna. Nubiru es una ruleta a la que pude jugar, por coincidir con una inquietud y unos medios, precisamente, en un momento dado.
Cada día depende de lo escrito y del juicio del lector. La recompensa es un saludo o unas líneas, un segundo gratuito dado en mi honor, pues al leer mis textos, robo el tiempo a quien, gentilmente, me lo ha ofrecido. Nubiru es malo, sádico e incluso lúbrico, a veces pertinaz, luchador, amoroso y melancólico. Nubiru es un estado de ánimo, una reflexión constante, una forma de liberar mis impulsos cerebrales y poder compartirlos con esta comunidad que tantas sorpresas repara. Nubiru es un día, es un tres de marzo. Aún recuerdo bien cuál fue su nacimiento, cómo surgió cerca de los exámenes, brindándome una puerta por la que salir de aquel tiempo, ni que fuera por un corto instante.
Dice el Código Civil que la obligación tiene dos sujetos, el que cobra y el que debe. Lo contrario es confusión en lo jurídico y en aras de poder defender la unidad de objeto y artífice. No puedo asociar a mí, indubitadamente, a algo que debo tanto. Nubiru ha creado a Javi de forma correlativamente proporcional a lo que éste a creado al otro. Este blog ha sabido ayudar a grandes acontecimientos personales, o cuanto menos, coincidir con su sutil ojo omnisciente.
Para acabar, siendo educado al dar las gracias, brindo por un suceso vital que difícilmente volverá a repetirse: sentirse orgulloso de la cosa más cotidiana. De algo tan variado como amorfo, esbelto en lo largo. Burlón infante que, riéndose de lo infame, ha sabido darme una alegría como pocas se me han dado.
¡Gracias Nubiru! ¡Feliz aniversario!
- Ilustración: The Captive Robin, John Anster Fitzgerald, c.1864
8 comentarios:
"Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez..."
Jorge Luis Borges
Entonces,muy feliz aniversario !!! tu casa es un cálido lugar,interesante,intrigante,y que siempre pero siempre te deja pensando.
Un gran abrazo
Felicidades, querido, y que cumplas muchos más, como suele decirse. Tienes un gran blog. Cúidalo. (Aunque a veces tu lenguaje es un pelín demasiado jurídico para mí. Cortita, y también anárquica que es una) ;-DDDD
Besos muy especiales de pantera.
¡Buena voz! Mas años para el brillante blog que mantienes, Nubiru. Felicitaciones y viento fuerte en las velas.
Per molts anys, company.
felicitaciones, pásalo bien y mejor en tu décimo planeta
!Felicidades!
Felicidades por tu primer año Nubiru; por ser refugio y escaparate de excelentes y deleitantes artículos.
Felicidades a aquel que te creó y que sigue erigiendo esta ilustre obra, porque sin él, pierdes tu alma.
Con el deseo que sigas siendo por mucho tiempo,el lienzo al que genialmente, cada aproximadamente cuatro días, se da vida.
es una pasada leerte...
lo bien que redactas y expresas..
t deseo muchos aniversarios mas...y si es posible...
que yo los lea..
enhorabuena
un saludo cariñoso
Hmmmm...¿un año con Nubiru?
Yo no he llegado a tanto, pero enhorabuena, ya que eso solo pasa una vez en la vida, je,je.
Saludos.
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