Sólo era para mandarte un saludo, sentimental aunque jamás sea admitido. Quisiera darte las gracias por tu paciencia, por escuchar tu propia descripción de forma sempiterna, atento como lo inerte, anticipándote a lo dicho, corrigiendo sin dignarte a abrir la boca. En verdad creas dependencia. Tus capítulos y secciones me trasladan a un mundo imaginario, abstracto, ruin y caduco, quizás sea eso tu verdadera interpretación, un reflejo de lo que tu esencia lleva. Perdona que lleve tanto tiempo sin escribirte, aunque por lo visto, dudo de que hubieras sido capaz de devolverme alguna palabra. Nuestras jornadas de estudio son duras y maratonianas, de hecho, comprendo que no contestes a mis versos, pero no que, al acabar con el deber, ¡me des siempre la tapa!
Puestos a definirte recurriría a la hipocresía. Tus intenciones parecen querer decir, pero siempre acaban siendo dichos. Pretendes estar en todas partes de forma omnipresente, pero queriendo ser Dios, se te invoca como a los espíritus. Eres descortés en rudeza, anticuado en vocabulario, tus números despistan mi descripción, no acabando de mostrarnos si, realmente, eres tipo de ciencias o de letras... Sinceramente, es tan melancólico como penoso el nexo que me une a tus letras, a tu efigie cuadrada y estéril, ¡fea y por nada refleja! Quisiera ser una suerte de amante, espiarte como enemigo. Quisiera llegar a comprender tus extrañas rimas y sutiles métricas, tus caducas hojas, que sueñan con el otoño, eso sí, ¡jodiendo la primavera!
Debemos llegar a un acuerdo. Ser dos en una habitación que a los dos nos contemple, alga y hongo, liquen sujeto a esta silla. No. No discutamos más a base de silencios y pensamientos, mirémosnos como si estuviéramos enamorados, fingiendo un día y otro, perfeccionando tu pelo cuarenta y cuatro, quizás sea la única forma de enseñarme algo de tu presunto saber, ¡comprender cómo crees en el matrimonio! Prometo no dejarte vagabundo ni falto de interés. Prométeme actualizarte sin moverte, dejar que vea fuera para que luego cuente. No me pongas más esposas que las que hipotéticamente regulas, no me des más la lata, ¡fuere ésta mediante donación, comodato o compraventa!
Una pataleta y un hasta luego, espero que nuestro consorcio sea leve, nuestro divorcio una palabra, un adjetivo, un mote: INMINENTE
Puestos a definirte recurriría a la hipocresía. Tus intenciones parecen querer decir, pero siempre acaban siendo dichos. Pretendes estar en todas partes de forma omnipresente, pero queriendo ser Dios, se te invoca como a los espíritus. Eres descortés en rudeza, anticuado en vocabulario, tus números despistan mi descripción, no acabando de mostrarnos si, realmente, eres tipo de ciencias o de letras... Sinceramente, es tan melancólico como penoso el nexo que me une a tus letras, a tu efigie cuadrada y estéril, ¡fea y por nada refleja! Quisiera ser una suerte de amante, espiarte como enemigo. Quisiera llegar a comprender tus extrañas rimas y sutiles métricas, tus caducas hojas, que sueñan con el otoño, eso sí, ¡jodiendo la primavera!
Debemos llegar a un acuerdo. Ser dos en una habitación que a los dos nos contemple, alga y hongo, liquen sujeto a esta silla. No. No discutamos más a base de silencios y pensamientos, mirémosnos como si estuviéramos enamorados, fingiendo un día y otro, perfeccionando tu pelo cuarenta y cuatro, quizás sea la única forma de enseñarme algo de tu presunto saber, ¡comprender cómo crees en el matrimonio! Prometo no dejarte vagabundo ni falto de interés. Prométeme actualizarte sin moverte, dejar que vea fuera para que luego cuente. No me pongas más esposas que las que hipotéticamente regulas, no me des más la lata, ¡fuere ésta mediante donación, comodato o compraventa!
Una pataleta y un hasta luego, espero que nuestro consorcio sea leve, nuestro divorcio una palabra, un adjetivo, un mote: INMINENTE
9 comentarios:
"Inminente" pero... Simbiosis que deberá ser permanente, ¿O no?.
M'ha agradat molt aquest escrit i imagino que n'hi haurà molts d'altres del teu blog que també ho faran.
T'he contestat al meu blog, però no em podia estar de dir-te alguna cosa aquí.
Moltes gràcies i... Fins aviat!
Un petó!
En algún punto, coma o punto y coma me he perdido, ¿podría usted repetir?
No es necesario que la respuesta sea INMINENTE
jajajajjja
eres la segunda persona más cercana a mi edad que encuentro por aqui, y me resulta agradable.
un buen blogg!
un beso
¿Código Napoleónico?
En cualquier caso, que la INMINENCIA se produzca ;)
Muy buen post, sí señor. ^_^
Besotesssssssssssss
Oh no... justo cuando atravieso una crisis dentro de mi estudio de Derecho... leo ésto.
Pero tienes mucha razón Fujur... algo me dice que Ihering estuvo rondando por tu cabeza al escribir esto, ¿o no?
Soy poco amiga de los comentarios a demanda, si bien el artículo en cuestión lo merece por su sarcástico tono y su fina ironía.
Esperando que no elimines este comentario, y que el MAESE se torne todo remanso de paz y obediencia, te felicito sin perjuicio de mi derecho a reaccionar en un futuro, leyendo otros de tus artículos que sin tanta puya, merecen ser discutidos.
Gracias por tu blog, y sigue así!
No tengo por costumbre contestar a los comentarios, que tan gentilmente, se me dejan en Nubiru. Sin embargo, sabiendo (que no ya suponiendo) de quien viene éste último, no sería considerado obviarlo sin una respuesta.
Efectivamente, el Código Civil tiene más de gigoló que de erudito, si se le paga con horas te acompaña momentáneamente, pues como dijo CHICO ORTIZ (eminente civilista), los artículo son como "fierecillas" sólo se les domina cuando se les tiene la mano encima... jeje
besos
cómo te iba a borrar (ni a ti ni a nadie) el comentario???
sólo borro los que son SPAM (pues hay gente que se dedica a promocionar "productos" en estos lugares...)
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