lunes, 19 de mayo de 2008

El papel de la violencia

Nos situamos en un ambiente cálido de finales del Cretácico, hace aproximadamente 65 millones de años. Por entre las ramas de la tupida selva china corretea un peludo e hiperactivo mamífero. Su instinto le hace ser todo un ejemplo de optimización natural, energías concentradas en los sesos de un humilde ser, predestinado a participar de uno de los mayores cambios de todos los tiempos. Zalambdalestes, pues así se llama este animal, tiene el aspecto de una musaraña elefante, un bichejo no mucho más alimenticio que su símil actual. Sin embargo, el animal no puede celebrar su supervivencia, pues algo de energía conserva entre sus células. Su reproducción es pródiga. El hecho de no poner huevos protege a su estirpe de las violentas condiciones climatológicas de estos tiempos; pues valga decir que se avecinan cambios inminentes, y con ellos, el fin de los dinosaurios.

De pronto, un ruido sacude las húmedas hojas de los helechos. Nuestro amigo salta, brinca, corretea y acaba cayendo entre las fauces de un violento predador de turno; casualidades del pater Azar, su cazador es un Velociraptor. Su imagen no se nos presenta como uno de esos asesinos pseudo-humanos de la legendaria película de Spielberg, tiene plumas en su cuerpo, y su efigie se asemeja más a la de un pavo gigante que a la de un solitario asesino de medianoche. El “combate” mamífero vs. reptil-ave conoce un primer asalto, pero no el definitivo. En la decadencia y caída de los grandes saurios los mamíferos consiguieron vencer el combate más superlativo. Sus adaptaciones como género animal les llevaron a lo alto del podio, a la situación dominante que antes ocuparan los gigantes de escamas. Evolución, transformación y violencia frente a las circunstancias, Zalambdalestes fue honrado por sus congéneres, siendo un eslabón inexcusable para el génesis de la especie humana.


Creo que el mayor reparo para la defensa de una teoría unificada (social, natural, económica y políticamente) darwinista es el papel que debe jugar la violencia dentro de nuestras construcciones conceptuales y filosóficas. Científicos de la talla de Richard Dawkins han defendido la hipótesis de un “gen egoísta” una tendencia evolutiva hacia el combate que ve en la Paz y el altruismo de los nuestros una forma de combatir los peligros del medio, aun a costa de sus semejantes. Zalambdalestes y el resto de los mamíferos del Cretáceo sobrevivieron a las inclemencias de aquellos tiempos satisfactoriamente, ayudando a que, entre otras cosas, esté un servidor aquí narrándolo. Dicho esto, los mayores tabúes, y prejuicios, frente al darwinismo, nos vienen cuando acometemos la difícil misión de unir a las ciencias sociales y a las naturales dentro de una misma teoría.

Cambiemos, con nuestra imaginación, de tiempo y lugar, y viajemos hacia el antiguo Perú, a la ciudad inca de Machu Pichu. La belleza de sus ruinas hace que se nos presente como uno de los mejores enclaves en los que poder reflexionar, y cómo no, soñar con practicar su visita... Uno ve una imagen del lugar y le vienen a la cabeza pensamientos, reflexiones y opiniones acerca de lo que, para él, es este mundo. En mi caso pienso en la conquista española, en cómo pagaron los incas su derrota haciendo que el Perú sea un país gobernado por las fuerzas superiores de Occidente, sumido en la pobreza. La resistencia de Machu Pichu frente a las tropas del Imperio Español, las de Numancia contra las de Roma o las de Zaragoza frente a Napoleón y el cruel Murat no dejan de mostrarnos los paralelismos entre estas batallas y la pelea entre Zalambdalestes y Velociraptor. Una victoria con una correlativa derrota, predestinadas a influenciar en lo sucesivo.

Si las exitosas adaptaciones mamíferas cimentaron nuestro posterior auge e imperio, las victorias de potencias como España, Roma o Francia condicionaron el lugar que ocuparían sus respectivas sociedades en el devenir de los tiempos. ¿Selección Natural humana? ¿Es la Guerra una manifestación suya, donde las civilizaciones más poderosas subyugan a las más débiles? ¿Es la violencia un condicionante decisivo a la vez que la medida de todas las cosas? Posiblemente seamos egoístas por genética. Es posible. Pero no deja de ser cierto que al darwinismo le falta afrontar retos tan importantes como encontrar una definición para el concepto de “paz”, “justicia”, “bondad” o “moral”. Este es el problema para el que nuestro pensamiento debería encontrar un remedio, si es que se puede sin caer en la redundancia primordial... el esfuerzo es violencia contra las circunstancias (como todo estudio o oposición) y el Velociraptor, metafóricamente hablando, puede vestir diferentes disfraces... ¿cómo ser neutral sin ocupar el papel del reptil o de nuestro Zalambdalestes, al mismo tiempo?

8 comentarios:

variopaint dijo...

gran post histórico-antropológico...pareces Toynbee...

un abrazo

Manuel

William Buckland dijo...

Vaya, el clásico "dinosaurio mongol se come un Zalambdelestes"; si es que siempre les toca ser comidos XD.
Muy buena la imagen que nos das de Velociraptor,aunque yo no lo llamría exactamente pavo-gigante, pues aunque si es másgrandequeun pavo, tampoco se lleva mucha diferencia de tamaño con él.
Por cierto, se nota Velociraptor es un icono de los dinosaurios, está hasta en la sopa, recuerdo que en mi blog ocupo varios posts cunado se confirmó que tenía plumas.
Me ha gustado tambiénn el símil con la conquista española, muy bueno, a la par que cierto,la verdad es que nos cargamos América y a su gente, y luego dicen que somos animales racionales.(Pues sólo algunos lo somos).

Saludos Fujur, me ha encantado el post.

Patri dijo...

Me ha encantado este post, está genial. ^_^

Besotesssssssssss

Striper dijo...

Bon post m'encanta l'antopologia.

isobel dijo...

entre a saludarte que últimamente no tengo tiempo para leerte tranquilamente, besitos

quel dijo...

bones fujur,

Sincerament, no he prestat molta atenció al bloc. Si més no he entrat per fer-hi un cop d'ull després de veure el teu comentari en el meu bloc. I t'he de dir que m'ha donat bones vibracions. En tot cas, quan tingui més temps el miraré detingudament (m'ha cridat molt l'atenció el veure que hi ha un post sobre Dracul... buf! Sempre l'he trobat un personatge fascinant i ple de llegendes tremendes).

Chico Troodon dijo...

Magnífica toma de Machu Picchu y como tu dices no es posible ser neutral, sino que forzosamente se ha de ser el mamífero o el velociraptor.

En el caso de la conquista americana, aquello nunca fue más cierto. Prefiero llamarlo el "choque" y no el "encuentro" de los mundos, por razones obvias.

Respecto a si el "darwinismo", este no se formuló esperando obtener de ella alguna conclusión moral. Incurriríamos en una falacia naturalista al buscar lecciones morales en la naturaleza.

Dinorider d'Andoandor dijo...

y tampoc olvidemos los demás jugadores, el entorno y el enemigo que no vemos

hasta los virus jugaron su partido .... en el cretácico y en el holoceno