martes, 13 de mayo de 2008

Vlad "El Empalador"

Por lo general, al menos idealmente, la brutalidad es plenamente proporcional a la antigüedad de los tiempos. Muchos dirán que por el imperio de la moral cristiana, otros argumentarán en pro del auge de los derechos fundamentales, mientras que el resto quizás piense en los métodos humanistas en tanto que disuasorios de la brutalidad institucionalizada, la utilización del hombre como un medio, y no como un fin en sí mismo. Del antiguo Próximo Oriente es de donde tenemos más testimonios antiguos. Ello no se debe, precisamente, al hecho de ser la zona donde mayores brutalidades se realizaban. Nada más lejos de la realidad, es del vergel mesopotámico desde donde han surgido los más fiables testimonios, en ciudades-estado como Ur, Kish, Lagash o Uruk, producto de ser estas urbes, cunas primordiales del arte de la escritura.

De entre todas las culturas mesopotámicas destacó Asiria. En verdad, fueron sus tropas las primeras en fundar un imperio de garantías, un organismo soberano capaz de subyugar a una vasta extensión de territorio con vocación de permanencia. Fuera mediante una refinada y compleja estructura política-económica, o por la introducción del hierro en la fabricación de armas para el combate (tecnología que antes utilizaron hititas, y quien sabe si también los urarteos), está, a día de hoy, meridianamente claro que Asiria se alzó con el poder virtud de un pródigo, y brutal, uso de la violencia, no sólo en sede penal, sino también en la guerra, fuere ésta actual o preventiva. Métodos sancionadores locales se exageraron y diversificaron generando toda una maquinaria para el terror, que asustara a los vecinos del exterior con el afán de ser, inmediatamente, subyugados. El más terrorífico de entre todos estos medios seguramente fue la técnica del empalamiento. Desde su origen, presumiblemente en Asiria, el empalamiento se configuraría como la medida coercitiva más temida y efectiva.

Ésta era una muerte singularmente terrible. Primero los ejecutores cortaban una estaca de madera de unos tres metros de largo, bastante delgada en una punta, siendo esta punta finalmente afilada y bien engrasada con manteca de cerdo. El otro extremo era más grueso, para que actuase como una base segura. Las piernas de la víctima eran separadas por unos hombres que tiraban de cuerdas, su ropa cordada, y la estaca martillada dentro del ano con exquisito cuidado y frecuentes pausas para no dañar los órganos internos. La estaca avanzaba a empujones apartando los intestinos, el colon, el estómago, el hígado y los pulmones, hasta que llegaba al hombro, saliendo con la ayuda de un cuchillo a través de la piel de la parte superior de la espalda, a un lado de la columna”. Así describe John Man (“Atila: el rey bárbaro que desafió a Roma”), siguiendo, en cuanto a los detalles, la magnífica obra del Nobel, Ivo Andric (“Un puente sobre el Drina”), la horrible técnica del empalamiento. Sin ánimo de caer en la redundancia, desde antiguo sería una técnica practicada por diversas civilizaciones: Asiria, Persia, Hunos, Turcos y Turcomanos, Otomanos, Mongoles y valacos, entre otros (todo ello sin olvidar la técnica romana de la crucifixión, no diferente en exceso de la aquí mencionada). Fue un gobernante de la Valaquia (sur de Rumania), quien popularizó tan cruel práctica. Vlad Tepes “El Empalador”, más conocido por Conde Drácula.

La leyenda del Conde Drácula alcanzaría la popularidad virtud de la célebre obra de Bram Stroker (sus hechos fueron inmortalizados, anteriormente, por por el juglar alemán Michel Beheim, en su obra poética Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei en 1463), si bien el personaje ya disponía en su biografía, de peripecias algo más que negras. De hecho, a tan funesto personaje se le atribuyen méritos de lo más rocambolescos. Más allá de su afición por el “arte” del empalamiento, Vlad sería recordado por hechos tales como la petición de que se quitaran el turbante en señal de respeto a unos embajadores del poderoso Sultán turco, a cuya negativa respondió el príncipe devolviendo a la Sublime Puerta los mismos, clavados en sus respectivos cráneos.

Sería considerado héroe nacional por Ceauşescu, azote y gran enemigo para los turcos. Vlad es una alegoría a la miseria del hombre, sea considerado éste en singular, o en masa. Los valacos sufrieron en sus carnes el eslizón del tirano, quizás no tanto como el miedo que irradió a sus vecinos. Sean bombas en Irak o Afganistán, caídas de Roma o Constantinoplas, el miedo sigue venciendo a la razón, la prevención de desobediencia es una herramienta cruel y efectiva. Sólo nos faltaría reflexión sobre si existe una solución alternativa, ¿cuál será? ¿por cuánto tiempo?
  • Imágenes: en primer lugar, Vlad III. of Wallachia. Known as Vlad Tepes - The Impaler or Dracula. Portrait. Bamberg, 1491 (British Library). En segundo término: Theodor Aman - Vlad the Impaler and the Turkish Envoys

8 comentarios:

panterablanca dijo...

El miedo es algo irracional que no se puede dominar fácilmente. Y es justamente en esa irracionalidad en la que se ceban algunos gobernantes para imponer el terror. ¿Por cuánto tiempo? Creo que el ser humano debería convertirse en una máquina para deshacerse del miedo, y así evitar que nadie ni nada se aprovechase de eso. Convertirse en máquina, o tener un absoluto control mental.
Besos de pantera.

isobel dijo...

siempre me llamo la atención semejante personaje, sobre todo la leyenda novelada, pero la crueldad del ser humano es tan grande como su bondad, ¿qué mecanismo activa una y no otra? besos

Chico Troodon dijo...

Vlad el empalador es sin duda un personaje eterno.

Qué mejor prueba de ello, que La Historiadora de Elizbeth Kostova, y el magnífico Alucard de la serie de anime "Hellsing". Los dos son mis favoritos ;)

Patri dijo...

Me gusta este personaje, ya sabes que adoro a los vampiros, y obviamente, este es uno de esos personajes que no pasan desapercibido...

El empalamiento y otras tantas técnicas de tortura las he leído. Es increible lo maquiavélica que puede ser la mente humana...

Más besotessssssssss

Dinorider d'Andoandor dijo...

qué horrible manera de matar, ya me imagino las pobres víctimas desangrándose por dentro, el dolor, la asfixia, por que eso de que pase empujando sin rebanar nada sí que no me lo creo asi lo digan ellos mismos, mínimo se vuelan los pulmones, en fin

pero con todo Vlad siempre será Vlad, ese libro que recomienda Troodon me ha gustado aunque aún no lo acabo de leer

Draqulina dijo...

Hola
He entrado en este blog por casualidad buscando las crónicas alemanes sobre Vlad Tepes, y tengo que decirles que me sorprende cada vez más la ignorancia que se tiene con respecto a este personaje. No digo que sea mentira lo que se ha escrito aquí sobre el empalamiento, tenéis razón, así era pero el personaje de Dracula sigue siendo desconocido. Dracula existió en el siglo 15 y en esa temporada era normal empalar personas. Dado las circunstancias de su país, el fue un héroe por lograr que Valahia( conocido también como ¨Muntenia¨o ¨Tara Romaneasca¨)que era su país, no sea convertido en un pasalic(provincia otomana).Lo que ocurrió fue que entro en conflicto con los alemanes que eran colonizados hay por los húngaros, y que eran en su mayoría comerciantes, y cuales han escrito las crónicas mencionadas. Estas crónicas tienen parte de realidad y mucha ficción(estamos hablando del siglo 15). También hay que tener en cuenta que las crónicas alemanas no son las únicas que se han escrito sobre el...pero claro como son mas terrifiantes...molan mas verdad?!. Luego en el siglo 19 fue cuando Bram Stoker, un irlandés establecido en Londres escribió un ROMAN, lo que quiere decir FICTION sobre Dracula....y sobre su documentación seria mucho que decir...pero me limito a decir que Bram Stoker no ha visitado Rumania, y ni sí quera supo que Vlad Tepes no reino en Transilvania que en el siglo 15 era un OTRO PAIS no el país donde Vlad Tepes reino. En la historia de Rumania no existiera CONTES. Y la familia real de Rumania tiene origen alemana y vino en Rumania en 1866!!!!! Luego hablas de Ceausescu y dices que lo ha echo un héroe nacional...pero Ceausescu no lo ha echo a el en particular un héroe sino a todos los dueños de las países rumanas, porque Ceausescu lo que hacía era evidenciar nuestra historia, y presentarlo de tal forma como si Rumania seria el ombligo del mundo... pero esta es otra historia. Lo que quiero decir es que no tenia Ceausescu nada en especial con Vlad. Pero para que sepáis Vlad se quedo en nuestra historia como un jusiciario, y era famoso porque en su época nadie se atrevía a robar nada. Cuando hacéis este tipo de presentaciones tenéis que documentarse mas....es larga historia y muy complexa no se puede reducir a esto. Como creo que os aveis dado cuenta soy rumana, y muy avisada por hablar de Dracula ya que llevo 6 años en estar guía de turismo y vivo en Bran, al lado del castillo Bran, conocido enroñado como el castillo de Dracula. Y si de verdad queréis saber algo de el os invito a escribirme en annabv86@yahoo.com y les cuento quien fue DE VERDAD Dracula.....pero no historias sino HISTORIA basándome en documentos y no libros escritos por escribir.
Gracias!

Fujur dijo...

Mil quinientas gracias por tu comentario, Ana.

Estoy seguro de que a todos nos interesaría conocer más de cerca al personaje! Porque no nos haces una breve reseña (escrito) sobre él, y lo ponemos en el blog.

Me siento muy honrado de que te hayas pasado por aquí, y mejor aún, hayas dejado testimonio de tu visita. Desde aquí, mil millones de gracias.

Espero tus noticias, y cómo no, si puede ser, TU ESCRITO! ;-)

BESOS!

Anónimo dijo...

Hola, me alegro mucho que te interesa saber mas sobre Dracula, poco a poco intentare escribir sobre el, el personaje histórico y el personaje literario en un blog, solo que tardare en escribir entradas, porque estudio un master y tengo ahora muchos proyectos. De momento solo he publicado una entrada que se refiere en el nombre ¨Dracula¨

http://corredijolatoruga.blogspot.com

espero que t'agrada !