domingo, 8 de junio de 2008

Rascacielos y dinosaurios

Ante una eventual pregunta de qué es lo que más me gusta de tener un blog, yo siempre respondería invocando a la libertad de expresión y opinión, que te permite escribir saltándote todo requisito o norma de estilo. Todo símil u opinión pasajera vale como excusa por la que poder escribir un rato. El único censor es uno mismo, y el juez, si acaso, el seguimiento y número de comentarios. ¿Qué más se puede pedir? Cavilando en la ducha, secreto que siempre renegaré haber dicho, se me ocurrió un peculiar “criterio” en virtud del cual pudiera llegarse a realizar cierta comparación general, contraste, entre los niveles de desarrollo, y respectivos potenciales, de los Estados que pueblan nuestro mundo. Este revolucionario, acaso inútil y errático, criterio es el binomio compuesto por rascacielos y dinosaurios.

Dentro de nuestro primordial egocentrismo matrio, a poca gente se le ha ocurrido, a lo largo de los siglos, pavonear con lo pequeño. Lo minúsculo, si bien por definición no es pobre o inválido, siempre es objeto de complejo, para quienes lo tuvieran en algunos casos, o de poca vanagloria para quienes lo presentan como su elemento más característico. Los rascacielos y los dinosaurios son un ejemplo. Hagamos un experimento peculiar, a la vez que representativo, e identifiquemos algunos de los grandes edificios y descubrimientos paleontológicos realizados en los últimos tiempos.

Julio del año 2002 fue uno de los mejores meses de mi corta vida. Mis veinte días pasados por Londres fueron todo un acontecimiento, un monumento a mi futura libertad individual y una ocasión, totalmente propicia, para hacer, en todo momento, lo que yo quería y diese la gana. Como no podría concebirse otra cosa en las mentes de quienes me conocen, el monumento que más veces visité (2) de todos los existentes en la capital inglesa fue el Museo de Historia Natural. En la segunda ocasión, acompañado por un simpático chaval pamplonica y su padre, visitamos el lugar, yo de guía (pues me lo conocía “enterito” virtud de mi entusiasmo), sorprendiéndonos del hecho de estar expuesta una muestra de “Dinobirds”, es decir, pequeños fósiles de reptiles-aviares, hallados en China, que hacían imposible toda eventual clasificación con el afán de ponerlos en el taxón de los reptiles, o de los pájaros. En aquel momento quizás no reflexioné demasiado sobre el hecho de que estos revolucionarios fósiles vinieran de China, y no de EEUU o Reino Unido. El mundo estaba cambiando, sin que se diera cuenta mi juvenil cerebro. Los especímenes eran dignos de admirar, tallados de tal manera ¡que bien pudieran haber sido tomados por facsímiles de una industria de Shangai! Lo cierto era que, coetáneamente a los descubrimientos paleontológicos, China alzaba poderosas torres y demás edificaciones en los centro económicos de su próspero Estado. Los chinos se estaban alzando como una de las mayores potencias mundiales. Definitivamente, si bien ya comenzaban a tener rascacielos, ¡encima poseían de algunos de los mejores fósiles de dinosaurios!

Dinosaurios y rascacielos denotan varias ideas. Algunas de éstas podrían ser: la posesión de sendos recursos con lo que poder edificar colosos e invertir en cultura (sea paleontológica o artística) no requiriéndose estos fondos para la corrupción o prestar alimentos, la existencia de una compleja tecnología nacional (a la vez que presencia de ingenieros y científicos capacitados), así como, como última idea que quisiera destacar, la tenencia de una población relativamente culta capaz de apreciar, lo que para otros serían cuatro huesos grandes (quizás puestos por un anti-creacionista). China es el gran ejemplo (a la vez que otros futuros Estados hegemonones, incursos en graves crisis y corruptelas, no pocas veces provocadas desde el exterior, de los que podrían ser ejemplo Brasil o Argentina). Lamentablemente, el asunto también no sirve para representar la notoria “crisis geopolítica” en la que está inmersa Europa. Son pocos los rascacielos y dinosaurios que últimamente surgen por el Viejo Continente. Sin embargo, no sin cierto amor patrio, me gustaría destacar cómo, quitando a países de eterna prosperidad como Alemania, es España uno de los lugares del globo donde más se cumplen estos factores que desde aquí hemos invocado como representativos.

Particularmente, destacaré el nuevo puesto de España, como potencia en desarrollo y del bienestar, enunciando dos crasos ejemplos de lo hasta aquí dicho: las torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid (que superan, con creces, los 200 metros) y el hallazgo, en lugares tan “ninguneados” como Teruel, de dinosaurios, que como el Turiasaurus, se hallan entre las especies más grandes jamás encontradas.

Estos elementos nos representan a España como un país económicamente potente, poblacionalmente rico y culturalmente en auge. Sin embargo, para que estos indicios de buen futuro cristalicen, a España le falta ese impulso, a veces desmesurado, que separa a las potencias de los países en constante desarrollo: una cultura potente (que no deje que uno de los mejores museos de historia natural se pierda entre garajes y almacenes), sostenible (que no cree Benidorms en el desierto) y que sea consciente de sus pros y limitaciones, véase en el agua o en el mercado del crédito.

8 comentarios:

Striper dijo...

no se lo que diran las estadisticas pero yo cuando tengo que pagar la cuenta del super creo que no estamos tan bien.

El llano Galvín dijo...

Qué razón tienes al unir la prosperidad económica con una posible prosperidad científica. Quizás China sea una futura fuente de descubrimientos inagotables, pero España por avanzada que sea siempre tiende a ningunear a sus estudiosos y sus descubrimientos, y ya se puede descubrir la perdida Tartessos o un depósito de huesos de mamuts en la ribera del Manzanares que a pocas personas parece importarle. Esperemos que los nuevos países en vías de desarrollo nos deparen sorpresas y aquí vayamos tomando nota.
Siempre tan interesante. Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

mucho que recorrer querido mucho, respecto a todo lo mundano el problema es que estamos en un pais de chorizos.

por lo demás un artículo de lujo, como nos tienes acostumbrados.

bss

jess dijo...

Y esa, es la visión de un joven profesionista que vive en un país primermundista...
Te sorprenderías de la opinión de una joven profesionista de un país al cual ella ama, sabe de sus riquezas naturales y culturales.. y aún así deplora por sus malos gobernantes con hambre de poder y de riquezas materiales.... Capaces de presentar iniciativas ante el congreso de la unión que implique la venta de la soberanía nacional.
Muy buen blog!!
Ampliamente recomendado!!

Saludos!!

El llano Galvín dijo...

Hola Javier!!

Acabo de leer accidentalmente una cosa y me he acordado mucho de tí, ya que tu último post hablaba de Marco Aurelio. No tenía ni idea de que este emperador, considerado como uno de los mejores del Imperio Romano y representación del estoicismo, exigiera la práctica universal del culto a su persona durante su vida. Aunque eso no era raro, me ha sorprendido bastante ¿tú lo sabías? ¿Hay referencias a ello en sus "Meditaciones"? Parece que el ser humano siempre es contradictorio.
Un saludo!!!

M.G.G. dijo...

España tiene muchos y variados "atractivos", no me cabe ninguna duda, siempre he pensado que soy una priviligiada por haber nacido aqui...
Besito

Jesús dijo...

Me parece que a los rascacielos españoles les ha llegado su meteorito.
Comparto tu opinion sobre los blogs, es un invento fantastico.

Dinorider d'Andoandor dijo...

Bueno pero ya que tocas el tema España también puso su cuota de dinobirds, recuerdo las aves de la Hoya.

"chorizos"? acá también se usa esa expresión slang "chorizos" con la acepción de "ladrones"