Un regalo de Nochebuena!
lunes, 24 de diciembre de 2012
Salvemos a los trasgos!!
Es una corriente históricamente contrastable que toda civilización hegemónica ha acabado siempre por imponer su mitología. Así, por ejemplo, sabemos muy poco de los mitos y leyendas celtíberos, al haber sido éstos sustituidos, hace siglos, por la rica mitología greco-romana. Actualmente, aparentemente sin darnos cuenta, la mitología de Apolo o Hades está cediendo a los elfos, orcos y enanos. Como si de una legendaria batalla se tratara, las huestes de górgonas, ninfas y sátiros están desapareciendo de nuestro imaginario, llegando incluso, en ocasiones, a creernos faltos de toda mitología propia. El ejemplo paradigmático de lo aquí comentado es, efectivamente, el universo de “El Señor de los Anillos”.
Recién vista la primera película de la saga de “El Hobbit”, no puedo dejar de apreciar cuán cierto es lo hasta aquí dicho. La película en sí es una obra de arte gráfica, con decorados, paisajes y criaturas nunca antes vistos por televisión. El argumento es sumamente “freak”, o lo que es lo mismo, orientado en demasía hacía los adoradores tolkenianos. Con todo, si algo me ha sorprendido del filme, es la presencia, nominal, de los “trasgos”.
Según los traductores de la película, los tragos, voz española, se identifican con los “goblins”: pequeños seres humanoides, de color verde, “hermanos menores” de los orcos, dotados de una aguda inteligencia y sumamente avariciosos. Si alguien ha participado del universo Warcraft, fácilmente identificará a los goblins (cuyo lema es “AMB”: apostar, mangonear, blanquear). Si nos fijamos en la caracterización de estos seres imaginarios, quizá alguien se dé cuenta de que no nos encontramos ante unos seres totalmente desconocidos para la mitología hispana.
Como “bien” hacen los traductores de “El Hobbit”, el “goblin” de Tolkien debe ser identicado con el “trasgo” hispano. En multitud de leyendas del norte de España, estos seres inteligentes son descritos con caracteres muy similares a los goblins. El propio Pío Baroja llegó a escribir un cuento sobre ellos, y no son pocos los himnos, canciones y cuentos que los mencionan. En no poca medida, los trasgos entrarían dentro del grupo de los “duendes”. Una vez defendida la identidad del genuino trasgo hispano, cabe hacernos una pregunta… ¿están nuestros mitos condenados al olvido?
Si bien es cierto que no acaba de imponerse la lengua inglesa como nativa en los países que están bajo la órbita de EEUU (a diferencia del latín con Roma), no deja de ser evidente que los mitos de raíz bárbara (germánica), recibidos por el mundo anglosajón, están desplazando, en el imaginario de buena parte de la juventud, a los mitos greco-romanos. Los artistas cada vez se fijan menos en la Medusa o Can Cerbero, habiendo cada día más acólitos de Santa Claus y sus elfos que de los nativos Reyes Magos.
No caigamos tampoco en un nacionalismo o folklorismo excesivos. Si bien, cierto es que los mitos y leyendas que nos han definido como civilización, de perderlos, nos harán ser partícipes de otra realidad cultural con mitología propia. El legado de los Césares cada vez se diluye más con el paso del tiempo, y debemos preguntarnos si acaso puede tener alguna razón de ser la profecía que hiciera “Bleda, el Venerable” cuando, al contemplar el Coliseo de Roma, afirmó que: “mientras permanezca el Coliseo, Roma permanecerá, cuando caiga el Coliseo, caerá Roma, y cuando caiga Roma… caerá también el mundo”.
Defendamos la herencia romano-cristiana, o al menos, no adoptemos nombres y seres foráneos teniéndolos propios. La guerra del "gordo bonachón" contra los Reyes Magos bien puede contextualizarse con lo explicado en este post. ¿Son elfos, goblins, orcos y enanos una prueba más de que el imaginario anglosajón ha sometido a Occidente? ¿Las antiguas “sedes romanas” han perdido toda su salvia? Los mayas no acertaron con el fin del Mundo, ¿lo hará Bleda con el fin de nuestra civilización?
Recién vista la primera película de la saga de “El Hobbit”, no puedo dejar de apreciar cuán cierto es lo hasta aquí dicho. La película en sí es una obra de arte gráfica, con decorados, paisajes y criaturas nunca antes vistos por televisión. El argumento es sumamente “freak”, o lo que es lo mismo, orientado en demasía hacía los adoradores tolkenianos. Con todo, si algo me ha sorprendido del filme, es la presencia, nominal, de los “trasgos”.
Según los traductores de la película, los tragos, voz española, se identifican con los “goblins”: pequeños seres humanoides, de color verde, “hermanos menores” de los orcos, dotados de una aguda inteligencia y sumamente avariciosos. Si alguien ha participado del universo Warcraft, fácilmente identificará a los goblins (cuyo lema es “AMB”: apostar, mangonear, blanquear). Si nos fijamos en la caracterización de estos seres imaginarios, quizá alguien se dé cuenta de que no nos encontramos ante unos seres totalmente desconocidos para la mitología hispana.
Como “bien” hacen los traductores de “El Hobbit”, el “goblin” de Tolkien debe ser identicado con el “trasgo” hispano. En multitud de leyendas del norte de España, estos seres inteligentes son descritos con caracteres muy similares a los goblins. El propio Pío Baroja llegó a escribir un cuento sobre ellos, y no son pocos los himnos, canciones y cuentos que los mencionan. En no poca medida, los trasgos entrarían dentro del grupo de los “duendes”. Una vez defendida la identidad del genuino trasgo hispano, cabe hacernos una pregunta… ¿están nuestros mitos condenados al olvido?
Si bien es cierto que no acaba de imponerse la lengua inglesa como nativa en los países que están bajo la órbita de EEUU (a diferencia del latín con Roma), no deja de ser evidente que los mitos de raíz bárbara (germánica), recibidos por el mundo anglosajón, están desplazando, en el imaginario de buena parte de la juventud, a los mitos greco-romanos. Los artistas cada vez se fijan menos en la Medusa o Can Cerbero, habiendo cada día más acólitos de Santa Claus y sus elfos que de los nativos Reyes Magos.
No caigamos tampoco en un nacionalismo o folklorismo excesivos. Si bien, cierto es que los mitos y leyendas que nos han definido como civilización, de perderlos, nos harán ser partícipes de otra realidad cultural con mitología propia. El legado de los Césares cada vez se diluye más con el paso del tiempo, y debemos preguntarnos si acaso puede tener alguna razón de ser la profecía que hiciera “Bleda, el Venerable” cuando, al contemplar el Coliseo de Roma, afirmó que: “mientras permanezca el Coliseo, Roma permanecerá, cuando caiga el Coliseo, caerá Roma, y cuando caiga Roma… caerá también el mundo”.
Defendamos la herencia romano-cristiana, o al menos, no adoptemos nombres y seres foráneos teniéndolos propios. La guerra del "gordo bonachón" contra los Reyes Magos bien puede contextualizarse con lo explicado en este post. ¿Son elfos, goblins, orcos y enanos una prueba más de que el imaginario anglosajón ha sometido a Occidente? ¿Las antiguas “sedes romanas” han perdido toda su salvia? Los mayas no acertaron con el fin del Mundo, ¿lo hará Bleda con el fin de nuestra civilización?
FELIZ NAVIDAD Y LARGA VIDA A LOS REYES MAGOS!! ;)
lunes, 5 de noviembre de 2012
Viaje a Budapest.
Una introducción a esta
hermosísima urbe bien puede comenzar por describir el Puente de las
Cadenas. Más allá de la tautología, y tocando la retórica,
Budapest es lo que es al Puente de las Cadenas lo que es al Danubio.
El puente une a las antiguas localidades de Buda y Pest, hoy unidas
en una misma metrópolis (en el año 1873), comunicándolas por
encima del río Danubio. El puente fue cuasi totalmente destruido
durante la Segunda Guerra Mundial, si bien actualmente se haya reconstruido con todo gusto y rigurosidad. Destacan los elementos
estructurales del puente colgante, así como los colosales leones que
custodian los accesos al mismo.
Dice el eminente escritor
italiano, Claudio Magris, que Budapest es "la más hermosa ciudad del
Danubio". No le falta razón, presumo, dada la monumentalidad
inherente a esta perla húngara. Buda es una ciudad antigua pero
moderna, la antigua capital húngara. Al igual que Dresde y otras
muchas ciudades del este de Europa, Buda fue reconstruida tras el
conflicto de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque rehecho tras el conflicto, el palacio real de Buda destaca por sus dimensiones y las múltiples esculturas que le rodean. Dentro de Buda me llamó poderosamente la atención la neogótica iglesia de San Matías, una belleza. El Bastión de los pescadores parece sacado de una película de Disney, aconteciendo un marco especial desde el que poder ver el Danubio.
Aunque rehecho tras el conflicto, el palacio real de Buda destaca por sus dimensiones y las múltiples esculturas que le rodean. Dentro de Buda me llamó poderosamente la atención la neogótica iglesia de San Matías, una belleza. El Bastión de los pescadores parece sacado de una película de Disney, aconteciendo un marco especial desde el que poder ver el Danubio.
Más dinámica y moderna
es Pest. En ella se encuentra el delicioso edificio del Parlamento
húngaro. El edificio más voluminoso del país y uno de los más
grandes parlamentos (sin lugar a dudas el más bello) del Mundo. No
por casualidad, sus dimensiones son mayores que las del Parlamento
inglés, en el cual se basaron sus constructores. Dentro de Pest
llama la atención la hermosa Basílica de San Esteban. Las
reminiscencias a San Pedro del Vaticano y San Pablo de Londres son
evidentes. Su interior tiene algunos rasgos que recuerdan a Santa
Sofía (Estambul), siendo su decoración algo digno de alabar, al
igual que el resto del edificio.
Pest tiene dos grandes arterias histórico, artísticas y
comerciales: la Avenida Andrássy y la Vaci Utca. La primera, similar
a los Campos Elíseos parisinos y al Paseo de Gracia de Barcelona,
cuenta con edificios tan fabulosos como la Ópera de Budapest. Su
desembocadura da con la Plaza de los Héroes, poderosa muestra del
profundo nacionalismo húngaro, reafirmado, aún más, tras la
pérdida de Hungría de buena parte de su extensión tras la Segunda
Guerra Mundial (especialmente de Transilvania). Cerca de la plaza se
halla el gran parque que contiene el parque zoológico, los baños
Széchenyi y el sorprendente castillo romántico de Vajdahunyad. Los
baños Széchenyi, que tuve el goce de poder disfrutar, son los más
grandes de Europa. El edifico neo-barroco es ya, en sí, un
monumento. La piscina termal exterior es todo un espectáculo
(personalmente, mejor que los legendarios baños Gellert, marco de
múltiples anuncios). Una surrealista forma de
pasar el frío inherente a la urbe, gozando con los chorros y
gorgoteos divinamente acompasados. En la Plaza de los Héroes se encuentra también el Museo de Bellas Artes (el más imprescindible de la ciudad), que cuenta con obras de El Greco, Velázquez, Tiziano... entre otros. Sin tener un Louvre o un Británico, Budapest cuenta con museos muy interesantes además del susodicho: caso del Museo Nacional o de la Casa del Terror (antiguos cuarteles nazis y soviéticos).
Vaci Utca es la Puerta del Ángel
de Budapest. Calle comercial, dotada de gran belleza, allí se
encuentran las tiendas más populares, así como varios locales de
souvenirs. El final de la calle coincide con el Mercado Central,
lugar de obligatoria visita.
Más allá de ser el
domicilio del popular Rocco, la urbe danubiana no hace ostentación
de su popular título de “capital del porno”, por más que,
efectivamente, abunden los sex-shops y los locales de streaptease. La
seguridad de la ciudad es total. No hay excesivos carteristas y los
transportes son tranquilamente utilizables por la noche. Cuidado
especial debe tenerse con los taxistas (personalmente prescindí de
sus servicios).
La gastronomía húngara
es todo un descubrimiento. El célebre, y delicioso, gulash (guiso de
ternera con patatas) es sólo un ejemplo al que añadir la sopa de
champiñones, el pato guisado o el hígado de oca (Hungría es el
segundo productor mundial tras Francia).
No sólo por ser lugar
donde destacaran la célebre Sissi, Atila o el célebre compositor
Liszt, Budapest es una ciudad de obligatoria visita. Sus monumentos
le hacen ser una suerte de París del Este, dotada de una elevadísima
densidad monumental y del encanto inigualable de las urbes del Este
de Europa. No se puede justificar viajar fuera de Europa sin haber
visto esta ciudad. Europa demuestra por qué es el Viejo Continente,
la cuna de la civilización occidental, teniendo lugares como este.
Gran viaje por el que celebrar mi 27º cumpleaños, precisamente hoy,
5 de noviembre.
Unas últimas recomendaciones:
- Id a un hotel céntrico, como Sofitel Chain Bridge.
- Escuchar un concierto de música clásica en uno de los numerosos templos existentes (yo tuve ocasión de escuchar el Requiem de Mozart el día de Difuntos, si bien, es común que se ofrezcan conciertos de Liszt, entre otros, en numerosos lugares).
- Disfrutar de la cocina húngara y tener precaución con el popular "palinka", fortísimo aguardiente.
- Ir a los baños. No son caros y valen la pena, especialmente los Széchenyi.
viernes, 19 de octubre de 2012
Un bombardeo poco certero.
Toda guerra se
caracteriza por ser un cúmulo de calamidades, bando por bando. La
Segunda Guerra Mundial no sólo no fue una excepción, sino que fue
la más funesta regla. Sin ánimo de dejar el “bando aliado” en
esta ocasión sí que debo criticar con fiereza un bombardeo aliado
menos conocido que el de la bella ciudad de Dresden: el bombardeo a
Munich de 1944. Particularmente, me estoy refiriendo a la cuasi total
destrucción del Deutsches Museum, uno de los museos de la ciencia
más importantes del Mundo en aquel momento. Que las guerras
destruyen patrimonio no es ningún secreto. El saqueo del Museo
Arqueológico de Bagdad por tropas americanas está ahí para
demostrarlo. Sin embargo, en esta ocasión no sólo se destruyeron
importantísimos hallazgos paleontológicos, sino que, además, se
cambió la historia de la narración de la vida pasada y, muy
especialmente, la mitología de los dinosaurios para siempre.
Nuestra historia comienza en 1910, en el norte de África. El paleontólogo alemán Ernst Stromer, queriendo encontrar mamíferos del Terciario topa con un descubrimiento mayor aún, un yacimiento del período Cretácico. Virtud de sus excavaciones, Stromer halló los primeros fósiles del Aegyptosaurus (un saurópodo, “cuellilargo”), Bahariasaurus (un carnívoro encontrado en el oasis de Baharia, Egipto), del cocodrilo Stomatosuchus (que se alimentaba de pequeños organismos, como las ballenas) y de dos gigantescos dinosaurios terépodos (carnívoros). Los fósiles fueron trasladados a Munich, concretamente al susodicho Deutsches Museum, pero el bombardeo aliado los destrozó, así como al resto del museo. De nada sirvieron las advertencias de Stromer para que salvaguardaran los fósiles ante el peligro. El propio científico perdería dos hijos en el conflicto, mientras que otro fue hecho preso, y luego liberado, por los soviéticos. Todos estos maravillosos fósiles fueron destruidos, y con ellos, el prestigio emergente de África como cuna de los mayores dinosaurios carnívoros conocidos.
Como si de Mickey Mouse se tratara, Tyrannosaurus Rex se convirtió en un producto mediático. El más pavoroso dinosaurio, el orgullo cretácico de USA. La desaparición de los dos grandes carnívoros (Carcharodontosaurus y Spinosaurus) con el bombardeo allanó el camino al saurio tirano rey. Hubo que esperar a tiempos recientes para que los nuevos hallazgos situaran a ambos saurios donde les corresponde, en un estrato superior a Rex. Si bien, todo sea dicho, los hallazgos hechos a principio de los noventa en Argentina, harían ver la luz a otro saurio carnívoro de gran tamaño: Giganotosaurus, también mayor que T-Rex.
Así pues... ¿No es curioso como las guerras condicionan la ciencia? ¿Cómo un bombardeo poco certero es capaz de cambiar toda la narrativa de la historia natural del planeta?
Nuestra historia comienza en 1910, en el norte de África. El paleontólogo alemán Ernst Stromer, queriendo encontrar mamíferos del Terciario topa con un descubrimiento mayor aún, un yacimiento del período Cretácico. Virtud de sus excavaciones, Stromer halló los primeros fósiles del Aegyptosaurus (un saurópodo, “cuellilargo”), Bahariasaurus (un carnívoro encontrado en el oasis de Baharia, Egipto), del cocodrilo Stomatosuchus (que se alimentaba de pequeños organismos, como las ballenas) y de dos gigantescos dinosaurios terépodos (carnívoros). Los fósiles fueron trasladados a Munich, concretamente al susodicho Deutsches Museum, pero el bombardeo aliado los destrozó, así como al resto del museo. De nada sirvieron las advertencias de Stromer para que salvaguardaran los fósiles ante el peligro. El propio científico perdería dos hijos en el conflicto, mientras que otro fue hecho preso, y luego liberado, por los soviéticos. Todos estos maravillosos fósiles fueron destruidos, y con ellos, el prestigio emergente de África como cuna de los mayores dinosaurios carnívoros conocidos.
Como si de Mickey Mouse se tratara, Tyrannosaurus Rex se convirtió en un producto mediático. El más pavoroso dinosaurio, el orgullo cretácico de USA. La desaparición de los dos grandes carnívoros (Carcharodontosaurus y Spinosaurus) con el bombardeo allanó el camino al saurio tirano rey. Hubo que esperar a tiempos recientes para que los nuevos hallazgos situaran a ambos saurios donde les corresponde, en un estrato superior a Rex. Si bien, todo sea dicho, los hallazgos hechos a principio de los noventa en Argentina, harían ver la luz a otro saurio carnívoro de gran tamaño: Giganotosaurus, también mayor que T-Rex.
Así pues... ¿No es curioso como las guerras condicionan la ciencia? ¿Cómo un bombardeo poco certero es capaz de cambiar toda la narrativa de la historia natural del planeta?
lunes, 24 de septiembre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
¡Independencia! ....
quieres saber más...
http://www.lavozlibre.com/noticias/blog_opiniones/2/638941/independencia%21/1
lunes, 27 de agosto de 2012
domingo, 8 de julio de 2012
El cuento del sasín.
El subcontinente indio,
además de ser una de las zonas más densamente pobladas del Mundo,
contiene muchas especies animales, más relacionadas con el África
austral que con el resto del continente asiático. El leopardo, el
guepardo, el rinoceronte, el búfalo, el elefante o el león son
ejemplos de ello. Si bien siendo especies o subespecies diferentes a
las africanas, es ciertamente curioso cómo las praderas indias
tienen mayor parecido con el Serenarte que con China o Afganistán.
De la misma manera, la India también tiene antílopes. No
emparentados con el resto de miembros del “grupo antílope”
(nombre poco científico con el que se denomina a varias especies de
artiodáctilos), en la India destacan dos especies: el nilgai y el
sasín.
Sasín (Antilope cervicapra)
Nilgai (Boselaphus tragocamelus)
Pocos animales pueden
rivalizar en belleza con el sasín macho. El juego de colores blanco
y negro de su piel, sus largos y retorcidos cuernos (que de haber
sido singulares seguro le habrían identificado con el unicornio)...
Se trata de un animal magnífico, merecedor de toda protección, y
como no es extraño en la India, culto. Al sasín se le considera un
suerte de mensajero celestial. El simbolismo de este animal es tal,
que incluso algún que otro actor famoso en la India ha sido
condenado por su caza...
La caza... Precisamente
ese arte, a mi ver de tan poco gusto, que identifica,
intergeneracionalmente, al hombre actual con el del Pleistoceno, ha
producido una gran paradoja, a la postre, genial para la conservación
de la especie. La misma suerte ha corrido el nilgai o antílope azul,
mamífero más próximo a la vaca (en tamaño y parentesco) que, aun
sin tener la belleza del sasín, ostenta el título de “antílope
mayor de la India”.
Nilgais y sasines no sólo
los hay en la India y Pakistán. No hace muchos años, empresarios
estadoudineneses soltaron individuos de estas especies en terrenos de
Tejas y algún otro Estado americano. Experimentos semejantes se
realizaron en la Patagonia, teniendo por consecuencia que los
ejemplares existentes para la caza en estos lugares sean más
abundantes que los nativos de la India. Paradoja caza - conservación.
Estas iniciativas, en
todo caso nacidas con el ánimo de lucrarse con la caza de estos
seres, nos demuestran que el hombre a la vez que “destructor” de
ecosistemas, puede crearlos. Prácticas semejantes han tenido peor
resultado, habiendo resultado las especies introducidas especies
invasoras. Obviamente, cada caso es un tema a tratar, y seguramente,
aunque para mi sea imposible considerarlo, habrá quien opine que el
sasín es una especie invasora en Tejas, y que por ello, debiera ser
eliminada.
En un Mundo donde la
conservación de la biodiversidad animal, y vegetal, es cada vez más
complicada, las medidas de “introducción” tal vez pudieran ser
vistas con otros ojos, con otra intención y finalidad. No deja de
ser injusto que demonicemos a los habitantes del África austral o de
Indonesia por querer progresar. Ellos están destruyendo ecosistemas
vírgenes, como antes lo hiciéramos los occidentales. No deja de
haber hipocresía cuando se pretende salvar al rinoceronte negro y no
las vidas de los niños del Cuerno de África. Protección animal
debe ir aparejada con protección humana, intentándose, siempre, que
los derechos de ningún ser ajeno a nuestra especie sean mayores que
los de uno de los de la nuestra.
Directamente, ¡llámenme
loco! ¿Por qué no soltar rinocerontes negros en Doñana? ¿Por qué
no hacer un par de grandes reservas en cualquiera de las dos Mesetas
y poner allí especies que en sus países están en peligro y que
pueden medrar en un clima como el nuestro? La experiencia acaecida
con el sasín y el nilgai, con sus respectivos “cuentos”, nos
debieran hacer reflexionar. ¿Acaso no necesitamos animales “de
caza mayor” que limpien nuestros bosques? ¿Acaso no está en
retroceso el ganado ovino y caprino, que tradicionalmente ha pastado
por nuestra geografía?
Sueño con un monte
español donde especies en peligro de extinción puedan sobrevivir,
habiendo actuado, una vez más, el hombre como protector-creador, y
no como exterminador de especies. No dejen de fijarse en el caso de
estos dos antílopes, ni mucho menos, en el ejemplo del bisonte
europeo y su reintroducción, tras siglos, en los bosques de Palencia.
* Origen de todas las ilustraciones: http://commons.wikimedia.org/wiki/Portada
lunes, 28 de mayo de 2012
domingo, 6 de mayo de 2012
Ganar en orgullo. Homenaje a Pep Guardiola.
Corría un tiempo en que
ser “culé” te hacía sentir “inferior” cuando se hablaba de
éxitos europeos. Cierto es que el F.C. Barcelona será siempre el
“rey de Recopas” (competición ya extinta) y que, al igual que
sucede con el baloncesto, tenía el dudoso honor de haber sido
subcampeón de Europa en numerosas, y demasiadas, ocasiones. Siempre
que uno veía el palmarés de “la orejuda” veía a un Nottingham
Forest con 2 Copas de Europa, o a un Estrella Roja de Belgrado
o Steaua de Bucarest con una. El Barcelona, por caprichos del
destino, sólo tenía una, relativamente reciente, y ganada en la
prórroga con gol de falta contra una poco glamurosa Sampdoria. Eran
tiempos duros para todo culé.
El equipo de Rijkaard,
con los Ronaldinho, Deco y Eto´o, supo subir la moral de los culés
con un equipo que se convirtió en uno de los mejores de la Historia.
El orgullo blaugrana comenzaba a llegar hasta cuotas insospechadas, y
todo hacía prever que las “Champions” no se acabarían en París.
Llegó una breve “crisis”
dentro de la época Laporta y todo el mundo creyó ver los inicios de
un “fin de ciclo”, tantas veces invocado desde algunos medios,
que la irrupción de Pep supo frenar. Con Guardiola no sólo se
consiguió recuperar el ánimo y orgullo perdidos, sino que se cambió
la esencia de “librejuego” encarnada por Ronaldinho y Rijkaard
por una de orden, disciplina y toque que ha convertido al equipo
dirigido por Guardiola, con pocas dudas al respecto, en el mejor
equipo de la Historia.
Nadie duda de que el once
tipo de Pep será recordado, cuando menos, como el quinteto inicial
de los Celtics de Larry Bird. El equipo de Pep supo recoger la
herencia de Cruyff (deudor, a su vez, de Rinus Michels), incorporando
la política de cantera de Van Gaal y los recientes éxitos
deportivos de Rijkaard. La grandeza, por siempre reconocida, de
Guardiola residiría en saber hacer prevalecer el toque y la calidad
de juego (véanse Xavi e Iniesta) sobre la filigrana meramente
vistosa o el efectivo contragolpe. El Barcelona de los últimos
tiempos se ha caracterizado por un flojo contragolpe y un deficiente
juego a balón parado, valores ambos que ayudan a enaltecer la
leyenda de un equipo capaz de haberse convertido en el mejor de todos
los tiempos.
El buen juego promovido
por Guardiola ha sabido encontrar en el entrenador sus “añadidos”
ideales: ejemplaridad y buen ser. Ante las contínuas provocaciones,
en no pocas ocasiones calumniosas, procedentes de la caverna (véase
“central lechera”), Pep siempre ha sabido anteponer el respeto y
la defensa irónica sin caer en el insulto o la violencia. Por otra
parte, y al mismo tiempo dejando en evidencia a otros partícipes de
este “Super-Barça”, como Joan Laporta, Pep ha sabido dejar al
margen siempre cualquier connotación política, cosa, que para todo
amante del fútbol, como espectáculo y no como continuo mitin, ha
sido todo un placer.
¿Quién diría que
Mourinho sería quien mejor supiera el nombre del sustituto de Pep?
La elección de Tito Vilanova es de lo más acertada, a espera de lo
que digan los futuros títulos. Tito encarna unos valores semejantes
a los de Pep, sólo que menos utilizados, y por ende, marchitos por
el paso del tiempo. La odisea personal, no sólo técnica sino, muy
especialmente, médica, del personaje sitúan a Tito en la línea de
todo técnico histórico. No nos encontramos ante un escudero de Pep
que jamás sabrá llegar a ser caballero por nombre propio. El tiempo
lo confirmará.
Guardiola no requiere de
reconocimientos expresos, el tiempo le ha sabido dar el más bonito
de todos ellos: entrar en la inmortalidad de la memoria perpetua.
Ningún líder político o social, más en estos tiempos, ha sabido
ocupar un lugar tan privilegiado de forma tan digna. Guardiola, de
haber nacido en otro siglo, sería ejemplo en biografías y manuales
de filosofía.
Por último, una
reflexión ligada al comienzo de este artículo. Pese a la eterna
rivalidad, Pep ha conseguido que el culé no tenga por qué
preocuparse por los títulos del Real Madrid. Aunque hubieran ganado
la Copa de Europa, nadie, en neutrales circunstancias, se hubiera
atrevido a comparar el “Pep-Team” con la filosofía de Mourinho.
Ya no tenemos “las copas” del Steaua, sino que damos por sentado
que superaremos al Bayern de Munich, y quién sabe, si con el tiempo
a cualquier otro equipo en palmarés, pues en juego, ya lo hemos
hecho, muy probablemente, para toda la eternidad.
GRÀCIES PEP !!!!
Origen de la imagen:
domingo, 22 de abril de 2012
Nuevo libro de Juan Re Crivello
Tengo el honor de recomendar el nuevo libro de mi amigo Juan Re Crivello (autor del blog "La torpeza de la iguana"). El libro es todo innovación, relatos que han triunfado en Facebook unidos bajo un mismo título. Inquietante, satírico, pasional, y no falto de momentos tórridos, es un libro que quisiera recomendar con juicio literario crítico, y no sólo devoto de la amistad. Disponible para Kindle: http://www.amazon.com/dp/B007VXFESW
sábado, 24 de marzo de 2012
domingo, 4 de marzo de 2012
Cinco quintetos para un quinto aniversario!
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Take_five_crop.jpg |
Con un día de retraso... FELICIDADES NUBIRU!
Es necesario agradecer su apoyo, comentarios, visitas, y sobre todo, críticas, a todos aquellos que durante cinco años me habéis estando apoyando con este proyecto, Nubiru, que pese a los duros tiempos de oposición en los que habito sigue estando vivo, coleando, y con ganas de seguir formando parte de la blog-esfera.
Quizá como índice, como guión para el visitante nuevo o recordatorio para el veterano quisiera hacer un quíntuple ejercicio-resumen del trabajo hecho durante este tiempo. Os paso cinco listas de momentos en Nubiru, espero que los recordéis con una milésima del cariño que yo les tengo, o que los descubráis, y os unáis a esta barca en la que, lejos de ser capitán, soy devoto servidor de todos aquellos que con su aprecio y tiempo me habéis hecho más feliz y afortunado.
Tal vez, mis 5 mejores posts:
- Dos disparatados filósofos, en un mundo improbable (martes 28 de octubre de 2008).
- Guarra (miércoles 20 de octubre de 2010)
- La historia de Zalakin o sobre el Amor frente al resto de nuestra existencia (sábado 25 de agosto de 2007)
- Los huesos de la política (sábado 22 de mayo de 2010)
- Yugoslavia o sobre los excesos del nacionalismo. (martes 18 de mayo de 2010)
5 de los más sentidos:
- Por siempre. Para mi Maestro (viernes 17 de octubre de 2008)
- Recuerdo a la gaviota (jueves 6 de septiembre de 2007)
- Fidela (jueves 17 de abril de 2008)
- Querida Reina (2 de abril de 2008)
- Te lo echaré en cara, llegado el momento. (jueves 7 de enero de 2010)
Los 5 más "polémicos":
- Por la radio te escuché (viernes 6 de mayo de 2011)
- Mi conflicto con la bandera... (sábado 26 de junio de 2010)
- Las calles de todos (jueves 29 de abril de 2010)
- El momento de Iberia (jueves 28 de enero de 2010)
- Contra Kosovo: despertar de gélidas trompetas (domingo 17 de febrero de 2008)
5 personajes "nubirenses":
5 temas "predilectos"
Y por último una petición... ¿Qué artículos consideráis que es el mejor que habéis leído en Nubiru? ¿y el peor? ¿Qué post os dejó mayor recuerdo? ¿Con qué tema Nubiru se luce más?
Gracias a todos los que lo hacéis posible... es decir, quienes leéis Nubiru ;)!
sábado, 25 de febrero de 2012
Paranoia de política ficción.
Los cazas sobrevolaban
las cumbres del Moncayo. Radares atómicos buscaban entre riscos y
quebradas algunos de los últimos guerrilleros que osaban plantar
cara a la potencia chinorusa. La escena era sumamente
ejemplificativa, uno de los históricos imperios de ultramar reducido
a escorias. Guerrilleros armados con viejas armas de la última Gran
Guerra plantaban cara a dragones mecanizados, aparatos de última
tecnología que llevaban el emblema del oso y el tigre.
Lo que antaño fue
España ahora era un terreno virgen excepto en lo nuclear. Poco
rastro de vida quedaba por entre las calles de Madrid o Barcelona.
Todo se había convertido en un cuadro soñado por el más
conspiranoico de entre los locos del pasado. Francia ni existía, el Papa
hacía casi un siglo que se había marchado a Pennsylvania,
resguardado tras el escudo antinuclear de la Alianza Libre (los
antiguos EEUU...).
Sólo quedaba uranio
enriquecido en las planicies de Westfalia. Murmullos y promesas rotas
eran entonadas en forma de canción de gesta por supervivientes
marginales. La resistencia de Munich ya era un mito, la aniquilación
de Dortmund un recuerdo. Cuando comenzaron las hostilidades entre la
Alianza (EEUU por aquel entonces) y los chinorusos, Europa aún se
creía la cuan de la civilización global, el sancto sanctorum
de la especie humana.
Todas las profecías
situaban a Roma como inviolable. Nadie soñaba con que París, Berlín
o Budapest pudieran ser reducidas a cenizas. Los antiguos “bárbaros”
de los Urales, aquellos con los que los europeos ni tan siquiera se
habían sentado seriamente a negociar jamás, ahora eran los dueños
del territorio más densamente histórico en retrospectiva. Europa
era un cadáver, una nueva Atlántida que, por primera y
necesariamente última vez en su historia, no había sabido medir
bien los equilibrios de poder y los peligros de su vecinos, cuasi por
determinación biológica, siempre infravalorados.
Los griegos, fieles a
una servidumbre ortodoxa milenaria, recuperaron Constantinopla. Moscú
se extendía hasta Pekín, formando ambas la conglomeración más
extensa jamás soñada. La población mundial se reducía a dos
grandes potencias (por siempre enfrentadas) y dos territorios
preservados de toda guerra: África y América Latina (dos pulmones
verdes para un organismo que no había sabido plantar su simiente por
otros lugares del Cosmos).
Si bien las catedrales
góticas de toda Europa no eran más que macabros camposantos
conmemorativos de vetustos explendores, queriéndose reír de toda
contingencia y todo eco de gloria, un rebaño de los eternamente en
peligro bisontes europeos trotaba por el zoo de Boston, en un
gigantesco recinto aledaño al de los linces ibéricos. El hombre,
que bien supo salvar especies-bandera, no había sabido repartir la
escasa tierra entre los diferentes pueblos del Mundo. La Selección
Natural, en su versión social, había acabado con aquellos pueblos
más débiles, que antaño monopolizaron el control del Mundo.
Los ciudadanos de
Londres alababan a su nueva patria-madre, aquella que desde los
Apalaches les había traído un escudo (por los donantes previamente estrenado)
que, por el momento, les protegía de los envites nucleares que habían acabado con sus
antiguos “socios”. Los hijos de la Gran Bretaña estaban aislados
del Continente, no por novedad alguna, sino por haber sabido jugar
sus cartas, aunque fuera miserablemente.
Mientras en Manchester y
Liverpool seguían practicando el sacro y centenario juego-rito del
fútbol, las llanuras del Rin y el Meno no hacían más que llorar la
pérdida de la madre germana. No supieron ver el futuro, y se
cerraron en sí mismos, quisieron preservar unas presuntas esencias
europeas, y no hicieron más que gangrenar a todos sus socios.
Alemania sólo existía ya en el mundo de los espíritus, el mundo de
Platón jamás visitado por mortal alguno. Alemania no supo elegir,
no supo hablar con sus hermanos, no supo medir sus fuerzas, y desde
luego, jamás supo comerse su orgullo. Tres Grandes Guerras
participadas por ella fueron demasiadas. Llegado el momento, los EEUU
se cubrieron con su escudo, olvidándose del resto del Mundo (aquél
que buena parte de sus ciudadanos identificaban más con Venus o
Marte que con lugares semejantes a su patria). Alemania, con su
ceguera ya antológica, no supo salvar al resto para salvarse a sí
mismo. Se fió de moralmente pobres compañeros, y al final fue pasto
de las llamas. Europa no supo ver que se estaba situando en el centro
del choque entre americanos y chinorusos. La franja geopolítica que
antaño ocuparon los países del coloquialmente llamado “Están” (Afganistán,
Irán....), ahora estaba siendo poblada por los orgullosos Europeos.
Nínive fue grande en su momento, lo mismo que Madrid o París, pero
nada es inmune al paso del tiempo, si la naturaleza del hombre, se
sigue consolidando como territorialmente perversa...
NADA DE LO QUE HASTA AQUÍ
ESCRITO ES REAL, ESPEREMOS QUE JAMÁS PUEDA LLEGAR A TENER NADA DE
CIERTO...
martes, 14 de febrero de 2012
Mi meta eres tú.
Nuestra civilización se
apoya en el sedentarismo, ficción social para un ser naturalmente
nómada. Sea en busca de comida, de refugio, de placer, y cada vez
más, por trabajo, el ser humano requiere del viaje como terapia y
vía vital, mecanismo único por el que poder ir consiguiendo
sustento. Como un ave migratoria, el intelecto nos hace tener siempre
metas, objetivos hacia los que “volar”, aun cuando debamos luchar
por el camino o contra el tiempo. No somos plantas que se arraiguen a
un lugar cualquiera, sino seres pasionales que entrelazamos nuestros
sentimientos. Somos seres sociales, animales políticos que requieren
del viaje, sea éste físico o filosófico, para poder irse
realizando.
Depredadores que siempre
requieren de presa. Caza-recompensas compulsivos que vemos metas
donde otros animales ni tan siquiera olfatearon. Somos el único ser
capaz de morir por un ideal conscientemente. La meta es la esencia de
nuestra propia naturaleza, por más relativista que pueda parecer la
sentencia.
Me pregunto si hay
alguna meta más sincera que el bienestar personal, querer buscar el
bien para uno y los suyos. La búsqueda del río que como salmones
estamos cuasi predestinados a tener que saltar. La búsqueda de ese
oasis entre los desiertos de lo cotidiano. Lo realizable en buena
hora, dentro de entre todos los posibles.
Ratifico que todo son
pensamientos ante un espejo que me demuestra lo real. Lo lejana que
parece la meta, aun cuando esté cerca. Cuán duros son los propios
días, aunque siempre tenga la semana siete de ellos. Cuán preciado
es un solo beso en soledad, aun cuando en compañía recibas cientos
de ellos.
El calor del contacto
amoroso, autopista de feromonas y calambres pasionales, no es más
que un anelo, una meta, por el que bien vale la pena seguir luchando.
El amor es una realidad entre ficciones, lo más pura, y menos
disimulable, de entre todas las metas.
Quizá alguien pueda
pensar que el amor no es racional, que es pasión loca que se diluye
en el caos de las locuras humanas. Sin embargo, el amor es orden. Es
el criterio que ramifica los caminos vitales, formando la referencia
en función de la que nos guiamos. Buscar su encuentro es la razón,
encontrar la ruta el motivo último de toda celebración.
Será un destello, o un
mero sueño conforme con la fecha, pero más bien se asemeja a una
visión mística, una de las que vieran los fundadores de doctrinas.
Buscar en tu amante la meta de tus peregrinaciones, buscar entre sus
senos el descanso para tu esfuerzo, no se me ocurre mejor designio
por el que seguir transitando por entre los átomos de nuestras
vidas. Agarrados a una ficción, que somos algo más que pasiones,
siendo éstas, brazos de una misma causa última: en mi caso, tú, mi
meta.
lunes, 16 de enero de 2012
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