miércoles, 2 de abril de 2008

Querida Reina


No quisiera apagar la última luz de esta solitaria jornada, obviando el pensamiento que ordena los designios presentes de esta frágil y mortal alma. El tintero chorrea alegorías en tu nombre, ganas de escribir transmutadas por nenúfares, furor por el futuro encuentro. Lo afortunado del momento me induce a felicitar a la áurea señora por el día conmemorativo de su bienaventurada llegada a nuestro mundo. Desde Roma felicito al Nilo por tan bello fruto. ¡Que lo pretérito no mengue nunca lo lozano; aquello que bien sabe cómo mostrarnos tu afortunado espejo!

Dice la leyenda que las aguas retaron al fuego, queriendo dibujar su efigie con su reflejo. El cieno bajó blanco en aquel instante, luchando con desespero dentro de la titánica guerra. El Sol rechistó con calor, el Nilo dándote vida. Se dice que el calor de las arenas encuentra causa en ti, en la rabia que al Dios Astro le genera ver a su pareja a mi eventual alcance, a pie de tierra.

En un día de felicidad perdóname no hacer hincapié en nada mundano, quizás sea miedo a profanar, a enardecer la furia del astro. Lástima que no haya papiro que vuele, que tenga el don de poder rozar tus tiernas mejillas. ¡Qué decir de mis manos! ¡Ni las Hespérides custodiaron mejor manzana, acaso tampoco, antes de Troya, las discordantes lucharon por tanto!

No existen guerras entre nuestros países, pues el mundo tuvo suficiente conflicto mezclando nuestras esencias, haciendo joyas de las posibles diferencias, convirtiendo en vasallo a quien, perentoriamente, lució coraza de valor y posible resistencia. Quisiera ser un río que ahora estuviera irrigando tus orillas, sólo el Nilo me prohíbe hacerlo, pues él te lame los pies, cual padre trata a su más tierna hija.

Perdona mi ausencia momentánea, aguarda mi felicitación presente, mi abrazo inminente. Sólo sé que no soy nada, el griego decía cosas, queriendo desvestirlas en tu carnal ropero. Vestir de ropas fantasiosas lo excelso, retar en belleza, perder ante ti, en lo celebérrimo.

¡Que los dioses protejan a la soberana del Nilo! ¡Sean Júpiter y Ra paladines en tu existencia!

Feliz Cumpleaños Cielo!

9 comentarios:

Striper dijo...

Yo tambien me sumo a tu peticion de que los dioses la protejan i de paso a nosotros.

Paula Cejas dijo...

Un hermoso texto la verdad.

isobel dijo...

con semejante regalo, no existirá nadie que no se rinda a tus pies, besos

nickjoel dijo...

esas "fabulas" estan exquisitas, llenas de una nostalgia envidiable, de esas que se añoran, que se anhelan, que se extrañan....

y que viva la reina, que viva el cielo, que viva todo lo que nos ha hecho mejores...

dios te bendiga
maravilloso texto

un abrazo....

Anónimo dijo...

Que los dioses te transmitan mi más sincero y enorme agradecimiento.

No hay en todo Egipto obra más grande que esta, ni las mismas pirámides se le asemejan.

Que el Nilo se seque si con ello puedo atravesarlo para acariciarte, que el sol se apague si molesta para cruzar el desierto, que pierdan la guerra los que intenten arrebatarme mi reino, porque él es corazón de la reina.

Gracias.

juan rafael dijo...

Yo también felicito a Cleopatra y a sus huestes, por si acaso.

Anónimo dijo...

Felicidades, Javier, la Reina Cleopatra, allí donde esté habrá sonreido y se sentirá satisfecha con tus mágnificas alabanzas.
Un abrazo, de otra escorpión

Unknown dijo...

Que hermoso post, la verdad me gusto ya que me lleno de mucha nostalgia.

Me gusto mucho ese toque oriental.

Saludos y abrazos! Que viva la reina

Dinorider d'Andoandor dijo...

que viva la reina, la corte y su consorte!

me gustó hasta la respuesta

:)