jueves, 10 de abril de 2008

Turcos en Montenegro

Cuando Dios acabó de hacer el mundo se dio cuenta de que se había quedado con muchas rocas en el bolsillo; entonces las dejó caer en una pequeña comarca agreste y desolada. Así es como se formó Montenegro”.

Antiguo proverbio

El 3 de junio del año 2006 Montenegro proclamó su independencia. Ejerciendo su derecho de autodeterminación (reconocido por el Derecho constitucional de su anterior Estado), Montenegro adquirió la independencia cumpliendo todos los requisitos conforme a Derecho Internacional. Los intereses (acercamiento a la Unión Europea) de quienes la promovieron no han dejado ver los inconvenientes de constituir un Estado más pequeño e irrelevante que aquel que otrora formaron con Serbia. Pese a todo, Montenegro tiene unos rasgos que le identifican como un territorio singular, un sujeto pasivo para cábalas, leyendas y pensamientos. Para bien o para mal, Montenegro tiene una historia, sui generis, que le define como un territorio especial.

En los Balcanes “lo turco” es un factor definitorio. Las diferencias identitarias, y acaso también de idiosincrasia, se fundamentan en la antigua presencia, o no, de los otomanos y en lo duradero, o efímero, del tiempo por el que pertenecieron al Imperio de la Sublime Puerta. Montenegro, en su mayor parte, jamás fue subyugado; los copiosos riscos y quebradas que configuran el relieve del país lo convierten en un terreno, arado a conciencia para la resistencia y la guerra de guerrillas. Vivo ejemplo de ello, sobre sus riscos surgió una clase dominante que concentraba el poder, no solo terreno sino también espiritual.

Dentro de la resistencia montenegrina adquirirá tintes de leyenda la efigie de Iván “el Negro”. Una leyenda narraba la profecía de que él sería quien algún día se levantaría con sus huestes y echaría a los turcos de Europa. Nada más lejos de la realidad, el soberano se conformó con fundar un obispado en la ciudad de Cetinia, lugar donde se construiría un monasterio. Los obispos que en él vivían, una vez muerto el último soberano de la estirpe del “Negro”, adquirieron el poder absoluto sobre el país, siendo conocidos como los Vladikas. Primero electos, luego hereditarios, concentraron el poder de la Iglesias y de las armas sobre el terreno, practicando razzias e incursiones continuas contra el invasor turco.

Frente a Serbia, Montenegro dice ostentar “pureza”. Si Belgrado adquirió, incluso cierta prosperidad, durante el gobierno del Sultán de Estambul, Montenegro “resistió” en lo austero de las montañas y sus rebaños. Lo agreste se esgrime como prueba para exaltar y glorificar, por más que los Vladikas no permitieran más religiones que la suya propia. Más allá del medio físico, “lo turco” define a Montenegro. Algo así acontece con Kosovo, con Bosnia, Albania y un largo etcétera. Por más que nos neguemos a verlo, Turquía forma parte, en un lugar privilegiado, de la cultura-historia europea.

Los Balcanes son tierra de nadie, de sangre, de cruces y movimientos migratorios que hacen, más que nunca, imposible el anhelo de la igualdad de “raza” pura, identidad o sentimientos. “Lo turco" decide, mostrándonos cómo para países más opuestos a nuestros ideales como Albania y Kosovo, más rústicos e islámicos que los vecinos de la Mezquita Azul, no existen dudas sobre su pertenencia a Europa.

Si Montenegro es un Estado europeo por resistir a los turcos, más puro que Belgrado. Si admitimos que Kosovo es un estado, no sólo soberano sino digno de necesaria ayuda. Si negamos su historia a Rumania, Bulgaria, Albania, Bosnia-Herzegovina, Creta, Chipre o a la propia Grecia, y privamos a Turquía de su entrada comunitaria... ¿qué papel queda para el juicio neutral, para los criterios, para las balanzas de valores no practicada con interesada alevosía...?

Imágenes: en primer lugar, el Monte Durmitor; segunda imagen: vista de la localidad de Kotor. Ambas sujetas a: GNU Free Documentation license. Origen: http://commons.wikimedia.org/
Artículo publicado en WebIslam: http://www.webislam.com/?idt=10398

3 comentarios:

Somiatrufes dijo...

Me doy cuenta del peso de lo turco en Europa y quizá sea un buen argumento para la admisión de Turquía en la UE.

Aún así, y dejando de lado la premisa 'continental' (es decir, Europa es un continente, ¿dónde están sus límites?) me imagino que con este argumento dentro de unos años Marruecos u otros países podrían pedir su admisión en la UE, ya que los árabes influenciaron largamente casi toda la península ibérica.

Bueno, no sé. Es tan sólo una idea en voz alta.

Salutacions!

Anónimo dijo...

"“Cuando Dios acabó de hacer el mundo se dio cuenta de que se había quedado con muchas rocas en el bolsillo; entonces las dejó caer en una pequeña comarca agreste y desolada. Así es como se formó Montenegro”.

Antiguo proverbio"

bueno..algo asi tambien se dice de la creacion de mi pais,afganistan:cuando Dios creo la tierra,se dio cuenta de que le sobraban algunos "restos de construccion"..y decidio lanzarlos a la tierra,y asi se creo afganistan..

Dinorider d'Andoandor dijo...

un amigo mío es de lo que ahora es Montenegro y alguna vez me contó historias de esas a propósito de un programa que dio sobre Vlad Tepes