miércoles, 10 de octubre de 2007

La herejía de la Mente

Todo depende del ojo con el que se mira. Nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestras sensaciones, nuestros sentimientos.... la visión que tenemos del mundo es propia, resultante de los estímulos nerviosos que recomponen nuestra imagen de lo Otro. Es aquello en lo que se transforma nuestra visión, nuestro propio mundo, el legado que nos brindan los ojos. El cerebro parece funcionar como un ojo interno. La imaginación siempre tiende hacia lo que conocemos y hemos representado, los movimientos de aquel ser soñado, las escamas del dragón o la lengua del extinto lagarto. Desde la propia aparición del intelecto el hombre ha confundido realidad con antropomorfizar lo que le rodea.

De Zeus a Ra, de Jahvé a Velociraptores, todo lo no visto se parece a lo visto, todo lo soñado, a lo contemplado. Lo desconocido no existe en la medida en que no se puede reconocer dentro de la niebla de lo nunca representado. El Futuro es impredecible, quizás como correlato de la existencia del Caos. Todos los extraterrestres son hombrecillos verdes con sentidos, no mocos amorfos ni seres con formas inimaginables. Los velociraptores piensan como científicos, asesinando como soldados mientras que el T. Rex se parece más a Pinochet que a un pollo o a un lagarto.

A qué se deben estas representaciones dista mucho de ser desconocido. Se debe a nosotros mismos, al mismo motivo por el que funcionamos como espejos. Nos educamos según lo visto, nos gustan las historias que nos contaron, el lugar en el que nacimos o los platos típicos que nuestros abuelos cocinaron. Nacionalismo, identidad, individualidad y gustos deben mucho a ello. Nuestro cerebro es un espejo, las neuronas no mucho más que vidrios, demasiadas veces empañados.

Pasa con lo bueno y con lo malo. Toda diosa de la mitología encarna los valores de belleza del momento. Venus es seductora y hegemónica entre las psiques masculinas. Isis la más bella de las bailarinas celestiales, Diana una doncella a esperas de ser propiamente cazada. ¿Dónde están las descarriadas de lo bello en un mundo que se alza sobre el Olimpo? ¿En el mismo lugar que los participantes de los carteles publicitarios, o en el almacén de nuestras fantasías de medianoche? Todo es subjetividad en cuanto que es nuestro. Lo mismo pasa con la pesadilla.

Un velociraptor, por ejemplo, tiene cerebro de killer humano, garras de felino (archienemigo de nuestros antepasados de la sabana), lengua viperina (bestia del Pecado), velocidad del coche (que a tantos mata) y coordinación de legionario (asesino encubierto por coraza). Los parecidos evolutivos ni se representan ni venden. La mitología lejos de estar en decadencia lo impregna todo. Desde a las mujeres, u hombres en su caso, de nuestros sueños, a los monstruos que nos desvelan de madrugada. Todo es arte de lo infame o sal en lo sublime, todo es pintura mental y representación propia.

La herejía de la Mente consiste en no creer en lo Único, en dar sentido a lo subjetivo, ver cómo no existe la verdad cierta, ni Agamenón y su porquero. Todo es un sueño, una nebulosa, un mar en el que se necesita barco con el que evitar el naufragio. La barca a veces se sueña, se dibuja, se inventa o se pinta. Otras se consigue, pues en torno a ella te realizas, cual mente que ha encontrado un tesoro, o cuanto menos, vista en la inevitable sombra del Caos y de la Existencia…

5 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

Bien lo dijiste, de según como se mire, todo depende.

Te leo, aunque no lo diga.

Cariños,

OA

Patri dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dices. Como dato curioso te diré que llevo dos días viendo velociraptores, y es que a mis hijas les ha dado por ver la saga de Jurasic Park. ^_^

Besotesssssssssss

AnaR dijo...

La poesía , a mi me permite volar, desentramar lo subjetivo...

Un abrazo

rolo ridder dijo...

Es tan poderosa la visión que se ha llegado a decir "ojos que no ven corazón que no siente".
Nuestra subjetividad, comprensión y procesos de catalogación están subordinados casi en su totalidad a nuestra visión, y como la misma es propia es cabal la inexistencia de la objetividad.
Saludos.

Anónimo dijo...

comparar o Deus criador ser infinito racionalmente aceitavel com seres "deuses" em forma de animais pessoas ou astros criados pela imaginação é um absurdo! como comparar astrologia e astronomia! é um absurdo uma vaca criando o universo, mas um ser feito de energia infinito não! não sou criacionista tradicional sou evolucionista teista, tanto o criacionismo quanto a evolução por seleção natural são dogmaticas! por acaso há utilidade para a visão em cores simetria beleza e misericordia na evolução por nescessidade?